Empire of Dirt - Bungou Stray Dogs AU

1975-1976

Dazai duda mucho que la chica le haya contado a Chuuya lo que ocurrió en la cocina, ya que la próxima vez que Chuuya aparece, parece tranquilo, incluso dispuesto a hablar con Dazai.

Sus secretos son desiguales ahora, y aunque a Dazai rara vez le importa algo tan tonto como la justicia, le gusta mantener las cosas en paz con Chuuya. Sólo con Chuuya. Entonces Dazai decide renunciar a algo.

Sentado en su cama en la habitación de Dazai, Chuuya arquea una ceja. "¿Estoy aquí por una razón, o simplemente te quedarás ahí parado...?"

"Voy a quitarme la camisa".

"Oh, eh, ¿vale?"

"Y mostrarte lo que hay debajo de las vendas".

"Oh", exhala Chuuya. "¿Está seguro?"

"Sí."

No . Dazai se dice a sí mismo que lo está haciendo para mantener el equilibrio, para mantener algún tipo de orden, pero no puede negar que hay una especie de estremecimiento enfermizo en su estómago después de que se quita la camisa y comienza a desenvolver las vendas hasta que caen. el suelo en un montón. Chuuya lo mira fijamente y Dazai lo odia y lo anhela.

No mira hacia abajo. Nunca fue un fanático de la vista, pero está absolutamente obsesionado con la sensación de pasar las yemas de los dedos por la piel y poder leer todas las palabras que estaban grabadas allí. Rebanado. Cortar. Humano por encima de su cadera. Ya no está justo debajo de su corazón.

El silencio se extiende por la habitación, haciendo que el aire se sienta cálido y pesado.

"Tú..." Chuuya hace una pausa, deja que la palabra quede ahí. "¿Puedo tocarlo?"

No es lo que Dazai esperaba, y mucho menos de él, pero asiente antes de poder detenerse. Control. Lo único que es lo suficientemente importante como para sangrar, y lo abandona como si no fuera nada para este chico. Dazai cruza la habitación hasta que Chuuya puede levantar su mano y dejarla pasar sobre los bultos y crestas en la piel sobre su caja torácica, el toque fantasma lo hace temblar. Ve a Chuuya leyendo las palabras ( pandora, caja, prodigio ) y lo asimila todo.

Dazai se pregunta si Chuuya se enojará. Está Dazai, que tiene una casa y dos padres que le brindan todo lo que necesita y, aún así, se ahoga en su cabeza. Y luego está Chuuya... un sol furioso.

Sin embargo, todo lo que Chuuya hace es retirar la mano y asentir. No hay comentarios crueles ni preguntas sobre por qué y qué : sólo aceptación silenciosa.

Las probabilidades son iguales.

(Y tal vez Dazai se quede despierto esa noche, rastreando las cicatrices con la esperanza de tener la misma sensación fantasma que logró Chuuya. Falla).

Su padre hace la maleta y los deja en un día lluvioso de agosto. Dazai encuentra a su madre secándose las mejillas manchadas de rímel con un pañuelo en la cocina y con una gran copa de vino en las manos.

Le cuenta a Chuuya sobre esto más tarde ese día, contando los eventos con su distancia habitual, y parpadea cuando Chuuya le pregunta cómo está lidiando con todo esto. Su corazón, piensa Dazai, es demasiado grande para su propio bien.

Averiguar si los padres adoptivos de Chuuya están cumpliendo con su parte del trato no es una tarea fácil, considerando que se envuelve en ropa de manga larga tan pronto como las temperaturas comienzan a bajar nuevamente. Dazai tampoco puede preguntarle. No si no quiere que Chuuya sospeche. Pero hasta donde Dazai puede ver, no ha habido más cojeras extrañas. Eso tiene que significar algo.