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El primer día de clases para el- se sentía como una mierda. Primero, no había dormido nada porque a Luna parecía molestarle mucho su nueva casa y luego de que su mamá se levantara y le gritara que lo dejaría afuera parecía estar más enojado, aún ahora mientras le ponía agua en su plato parecía resentido con la Alfa.
-Aún está enojada contigo, mamá.
La mujer lo miro y sonrió.
-Le comprare un juguete antes de volver a casa.-tomo su café y regresó sus vista a los papeles en su mano.-¿Estas listo, cariño? Debo dar una buena impresión y llegar temprano.-hizo una mueca.
Scara soltó una risa tomando la taza de su mamá para tomar de su café, ella decía que aún era muy pequeño para tomar café pero el estaba bien con tomar al menos un trago de la taza de la mayor.
-¿Estás nerviosa?
-¿Crees que les voy a caer bien? Digo, soy mujer y menor que todos ellos, estoy segura.-susurró y Scara se sintió conmovido nuevamente porque sabía que era el único ser humano en la faz de la tierra que escucharía a su madre de aquella forma.
-¿Y eso nos ha importado cuando...?-pregunto con una sonrisa.-Mamá, eres la mejor, tú lo sabes, yo lo sé y ellos pronto lo sabrán.-se encogió de hombros.-Mejor vámonos, debemos dar la mejor impresión del mundo, los Raiden llegaron a Tokio para ser los mejores.-soltó en tono canturreon mientras le daba un beso a la mayor.
-Tienes razón.-su mamá se acomodó su chaqueta y su cabello luego terminó de tomar su café y sonrió.-Nos vamos.
Scara acomodó su mochila en su hombro y luego de darle un beso a su perro corrió hacia el auto de su madre. Estudiaría en una escuela llamada "SM In." No se había molestado en saber qué significaba pero al parecer era buena, habían muy buenos comentarios por lo que decía su mamá.
-Te va a encantar.-aseguró la mayor conduciendo.-¿Tienes el número del Uber?
Scara dejó de responderle a Aether para mirar a la mayor.
-¿En serio debo irme con un Uber? Puedo tomar el autobús
-Scara.-su mamá negó efusivamente.-Sabes que estamos en una gran ciudad, aquí no hay respeto por los omegas cariño, no conoces a nadie.
-Pero tal vez haga amigos.
Su mamá le ofreció una sonrisa.
-No lo dudó, pero la decisión ya está tomada. Heizou es un beta agradable, tiene un buen historial y es lo suficientemente joven para que te agrade y lo suficientemente mayor para que me agrade a mi.-la mujer termino con una sonrisa mientras estacionaba frente al gran edificio.
-¿Es tu última palabra?-pregunto mirándola a través de sus pestañas.
-Si.-respondió imitándolo y luego sonrió al ver al menor rodar los ojos.-Es por tu bien, Scaramouche. Ahora ven a olfatearte.
-Mamá...-se quejó alejándose.
-No hay manera de que salgas de este auto oliendo a omega, deben saber que tienes a quien te cuide.
-No hay manera de que salgas de este auto oliendo a omega, deben saber que tienes a quien te cuide.
-Me puedo cuidar solo.-gruño entre dientes pero la mayor ya estaba tomando las solapas de su chaqueta de mezclilla y pasando su nariz por sus glándulas aromáticas haciendo que todo él comenzara a oler a limón en vez de a galletas.-Mamá, basta.
-Hey, deja de decirme mamá.-la mujer miro a su alrededor.-Soy tu hermana en estos alrededores.
Scara no pudo evitar soltar una risa porque apesar de todo su mamá siempre era muy graciosa, intensa y sobreprotectora, pero muy divertida y amorosa.
-Les diré a todos que eres mi mamá.-se quito el cinturón y abrió la puerta.
-No hagas eso.-se quejó y luego sonrió.-Hey, heizou es pelirojo, estará junto a la puerta. El ya te conoce pero te envié unas fotos de él para que sepas, ¿Si?
-Si, mamá.
La Alfa sonrió.
-Evita a los alfas.-Scara salió del auto.-No apagues tu celular, mantenlo con carga.
-Mamá basta.-grito en un susurro mientras caminaba al gran edificio, sería un largo día.
Al entrar el montón de olores lo hizo sentir extraño. Honestamente siempre había tenido un problema con los olores nuevos, en Aichi estaba adaptado porque había visto a cada uno de sus compañeros presentarse y ser molestado por sus olores así que eran como una gran familia. En Tokio era definitivamente diferente. El lugar era enorme y la cantidad de personas era exagerada, también habían muchos extranjeros, como de otros continentes.
Camino hacia la dirección mientras intentaba concentrarse en el olor de su madre, no pasó por alto las miradas que le estaban dando los evidentes alfas que se encontraban en sus casilleros pero los intentó ignorar sutilmente, que no pareciera que estuviera nervioso. Al llegar una beta muy bonita lo recibió con una sonrisa.
-Eres Scara, ¿Verdad?-soltó la mujer antes de que pudiera presentarse.
-Oh, si.-sonrió inclinándose.
-Te estaba esperando.-se puso de pie con una carpeta en sus manos.-Este es tu horario, están las actividades extra curriculares, ya fueron seleccionados los horarios de las que te suelen interesar.
Scara frunció el ceño.
-¿Como saben?-negó ante su pregunta.-Digo, waoh, prestan mucha atención.
-Oh.-ella soltó una risita.-Tu mamá llamó y dijo que quería que te dieran un recorrido por las instalaciones.
Scara debió suponerlo, sonrió.
-¿No se supone que algún estudiante me de el recorrido y me muestre todo?
-Si, pero...
-Mamá no quiso.-susurró.
-Lamentamos si esto te incomoda pero tu mamá es...
-Persisitente, Alfa, policía...-dijo cada palabra detrás de la otra mientras miraba su horario.-Lo se, lo se, no es su culpa.
La chica, la cual era joven lo miro con una sonrisa.
-Lo siento, ¿Quieres empezar?
Asintió apretando su carpeta a su pecho antes de seguir a la mayor.
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