Capítulo 5: Ritual de Castidad

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Esa misma tarde los dos amantes se despiden. Elian, hace aparecer sus alas pequeñas de dragón y vuela hasta su terreno. Allí en una preciosa mansión su sirvientas le reciben con una gran sonrisa

—Mi señor, bienvenido

Elian las ignoró completamente y hablo con voz autoritaria

—¡Llamad a las sirvientas! Que limpien toda la mansión, quiero aquí ahora mismo a los mejores cocineros del condado. ¡Y sin excusas! Las mujeres que empiecen a preparar la sala de fiestas. Llamad al sastre real, que me confeccione un traje enseguida.

Elian, entró en la mansión y se dirigió inmediatamente a su oficina, dejándolos a todos un poco confundidos. Un secretario, se inclinó un poco ante su señor

—Señor conde ¿Puede usted decirme, que se celebra? —Elian sonrió de felicidad

—Mi matrimonio con la señorita, Aria Anderson

El hombre mandó a llamar a sus maestros de finanzas, estos acudieron enseguida y el conde, sacó una pila de hojas de su escritorio.

—Escuchadme, no tenemos mucho tiempo. A partir de ¡ya! Asignaré labores y todos debéis hacer vuestro trabajo

Levantó la cabeza y miró detenidamente a sus sirvientes

—En primer lugar, quiero trabajando a todos mis sirvientes y personal. No quiero que nadie tome descanso esta vez, ni que se duerma. Si todo sale perfecto, os recompensaré con paga extra

—Segundo, contraigo matrimonio en dos días y necesito una boda digna. En estos documentos, está la lista de invitados y todos los planes que tengo para realizar. Quiero en marcha, toda la ceremonia desde ahora

—Tercero, Avisad a los sastres y modistas, y dígales que he ordenado hacer el mejor vestido de novia para mí prometida. Tiene que ser un traje de princesa, con lazos y adornos. Un velo muy largo y bonito. Los detalles están en estos papeles.

Ellos bajaron la cabeza mostrando respeto e inmediatamente, se pusieron a cumplir la orden. Elian, se quedó sentado en la silla de su escritorio con los codos apoyados sobre la mesa mientras pensaba detenidamente en sus planes

—"Lo tengo todo bajo control"

Aunque fuera a controlar a su esposa y aunque fuera a dominarla a tal punto, de no dejarla ir, por supuesto iba a cumplir todos sus caprichos y los deseos de su amada.

—"No te permitiré salír... Pero te cuidaré y te consentiré, seré un buen esposo para tí"

...  ... ...

Entre tanto en la cena con sus padres, Aria dijo la noticia. Algo que confundió mucho a sus responsables. No es que desaprobaran a Elian, pero no se imaginaban ver a su hija casada sin su consentimiento

—¡Aria! ¿Cómo tomas esta decisión tan a la ligera? —decía su padre mientras reprendía a su hija. Su madre también estaba muy desilusionada

—A ver señorita ¿Ppor qué no nos has contado nada hasta ahora? —Aria bajo la cabeza avergonzada

—Es que me lo ha propuesto esta tarde —La madre se llevó las manos a la cabeza

—¡Pero niña! Esas cosas llevan tiempo. Primero debes decírnoslo a nosotros. Y supongo que con lo apresurada que eres tú, ya tendrás una fecha para la ceremonia

—Será en dos días —Confesó ella

—¡Hala! Mira que bien o sea en dos días, sin consultarnos ni nada, ¿Qué dirán los padres de Elian?

La madre del muchacho corrió a abrazarlo y el padre lo felicitó por su compromiso. Elian, sonrió agradecido por la bendición de sus progenitores

—Elian, hijo, me enorgullece saber que por fin, ya eres todo un hombre —Dijo su padre —Viviréis en tu mansión, supongo

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