Mi mejor error (sillie)

Capítulo 33

narradora (esa yo):

habían pasado algunas semanas desde que millie y sadie se habían encontrado, y todo parecía marchar bien; Millie estaba durmiendo en casa de sadie nuevamente, y sadie al tener la presencia de la castaña a su lado en las noches, había dejado de tener pesadillas, y estaba comenzando a dormir excelentemente bien. Ambas se sentían relativamente cómodas, y felices, pero sus amigos aún no sabían que Millie había vuelto, nadie a excepción de por su puesto, Noah. Él no había dicho nada a nadie, debido a que  Sadie y Millie se lo habían pedido, pues querían descansar y tener algunos días solo para ellas, lejos de drama y explicaciones.

pov Millie:

Me encontraba en la sala, viendo la televisión, un poco aburrida, pues sadie había salido a comprar algunas cosas para cocinar. Después de un rato de ver la televisión, mis pensamientos comenzaron a concentrarse en la pelirroja, aún no podía creer que ya estaba con ella, después de unos tortuosos tres años. Cuando volví a california, encontré a Sadie bastante diferente, pero igual de hermosa, o incluso un poco más; ella tenía notorias ojeras, y se veía relativamente cansada, pero yo no había preguntado al respecto, simplemente supuse que no había estado durmiendo bien.

Después de un rato de haber estando hundiendome en mis pensamientos sobre sadie, mi teléfono comenzó a sonar. Volteé para ver de quien se trataba, pero era un número desconocido, aunque, a juzgar por los dos primeros números, el número venía de california, lo cual me pareció raro, porque no le había dado mi número a nadie de california desde que había regresado, solo a Sadie, y a ella la tenía agregada. A pesar de mis preguntas y sospechas, contesté.

-hola?...-dije desconcertada al tomar la llamada

-Millie...-dijo lo que parecía ser un chico, desde el otro de la llamada, y esa voz la reconocía; era la voz de Noah.

-Noah?- pregunté aún más desconcertada.

[...]

Pov sadie

Regresé a casa después de comprar las cosas para la cena, y me dirigí a la sala, ya que Millie se había quedado ahí cuando me fui. La miré, y sonreí, amaba tenerla otra vez en casa, me acerqué, pero noté que Millie estaba pensando algo, estaba disociando, y no quería molestarla, pero quería saber que pasaba. Me senté junto a ella, y toqué suavemente su hombro.

-Hey...Mills.-la llamé y ella pareció salir de su trance, me miró, con una expresión que no sabría describir.

-oh, llegaste... cómo te fue?.-preguntó la castaña, y me dió una suave sonrisa, la cual parecía un poco nerviosa por alguna extraña razón.

-Bastante bien. Prepararé pasta para la cena de hoy, eso está bien?.-pregunté mientras la miraba con una suave sonrisa, y un poco de preocupación por su repentino y extraño comportamiento.

-claro, eso está bien.-dijo ella y luego se quedó pensando un poco, antes de volver a hablar, y cuando lo hizo, yo escuché con atención.

-sadie, tú le diste mi número de teléfono a Noah?.-ella me preguntó, y abrí los ojos con sorpresa. Cuando Millie se fue, cambió su número de teléfono para que nadie se contactara con ella, pero me había dado su nuevo número una vez que regresó y arreglamos las cosas. Desvié la mirada y asentí con la cabeza, si le había dado el número de Millie a Noah, pero solo porque él no dejaba de joder.

-si, pero esque sabes cómo es Noah, me rogó hasta que se lo diera.-dije y sonreí levemente, preguntándome si Millie estaría enojada conmigo por hacer eso, pero su expresión se suavizó, con preocupación y tristeza, y supe que no era enojo lo que sentía.