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7 de agosto

9:00 p.m.

Mañana es mi primer día de clases, no puedo creerlo. Por lo menos descansaré del papeleo y las conferencias de bienvenida, y ese odioso examen de ingreso. Por lo menos, les pude restregar en la cara a todos esos idiotas de la secundaria que yo sí pude estar en una preparatoria buena gracias a mi esfuerzo. ¡Cómo los odio! Ojalá no los vuelva a ver nunca en mi vida, y ese es el objetivo de estar en esta prepa, ya que muchos no logran entrar. No me emociona mucho el hecho de volver a entrar a clases. Creo que le tengo más pavor de lo normal; entrar a un ambiente totalmente distinto es lo que me aterra. Okey, voy a respirar y mantener la calma. Voy a dibujar un rato y trataré de mantener mi mente en paz.

8 de agosto

3:00 a.m.

Ya dije que estaría en paz, pero la verdad es que no puedo. Son las 3 de la mañana y no puedo dormir. Maldita ansiedad, ¿siempre va a estar atormentándome de esta manera? Creo que esta noche no voy a poder dormir. ¿Saben qué? Mejor veré series y, si tengo sueño, ya dormiré más después. Al fin y al cabo, voy en el turno de la tarde. Veré "True Beauty", esa serie coreana que está de moda. La verdad, solo llevo unos dos capítulos y tengo que admitir que me está gustando, pero siempre me deja una sensación de vacío y me quedo preguntándome si algún día conoceré a alguien que me haga sentir mariposas. A veces sueño con el chico perfecto, pero sé que nunca nadie me amará. La verdad, no me considero una persona guapa y con una gran personalidad. Me considero más como una chica invisible, de esas que nadie nota su existencia, así que dudo que alguien en el fondo del salón se la pase suspirando por mí. Sé que nunca me pasará. Los chicos que me han gustado siempre han pasado de mí. El último me dejó un mal sabor de boca, Demian. Era atlético, con una cara linda, hablaba con él entre clases y era divertido. Cuando menos me di cuenta, ya me gustaba, pero él conoció a una chica más linda y no paraba de hablar de ella. Me preguntaba sobre las cosas que le gustaban a las chicas. Lamentablemente, yo solo fui su consejera y, en 2 meses, ya estaban saliendo. Verdaderamente, ¿qué estoy haciendo mal? ¿Hay algo malo en mi personalidad que los espanta o que les parece poco atractivo? No lo entiendo.

2: 50 pm

NO ENCUENTRO MI SALÓN, creo que voy a llorar, esta escuela es enorme, no lo puedo creer. ¿Dónde se supone que está el S-32? Ya le di 3 vueltas a la escuela y no lo veo. Estaba a punto de rendirme hasta que por fin encontré el edificio S, afortunadamente había llegado temprano y si no hubiera llegado 20 minutos tarde a mi primera clase, ¡qué horror! El salón era grande y había muchas personas. Las mesas estaban acomodadas en hileras, algo muy diferente a la secundaria. Tomé lugar en un asiento que estaba libre, "Dios mío, estoy muy nerviosa, no puedo ni levantar mi cabeza".

El profesor entró al aula y se presentó, y todo transcurrió rápido, y sin dirigirle la palabra a nadie me dirigí a mi siguiente clase, esta vez en un laboratorio del edificio J. Esta vez eran mesas de laboratorio en donde entraban 4 personas. Tomé lugar en una que estaba cerca de la ventana y lejos de la puerta. Una chica se sentó a mi lado y empezó a hablarme como si nos conociéramos de toda la vida. Comenzó a hacerme preguntas raras y halagos sin sentido.

— ¡Hola! Soy Sarai. ¿Cuál es tu nombre? —preguntó con una sonrisa amigable.

— Soy Liam. —respondí, intentando ocultar mi nerviosismo—. ¿Y tú?

— Liam, ¿eh? Bonito nombre. Yo tengo 15 años. ¿Y tú?

— También tengo 15 años.

— ¿Esta fue tu primera opción de prepa? —preguntó curiosa.

— Sí, lo fue. ¿Y la tuya?

— No, pero aquí estoy. Creo que al final fue la mejor elección.

La conversación fluía con naturalidad, y poco a poco nos íbamos conociendo. Sarai seguía preguntando, y yo respondiendo, compartiendo pequeños detalles de nuestras vidas. El nerviosismo inicial empezaba a disiparse, y la curiosidad llegó a otra persona del otro lado de la mesa, era un chico de cabello corto y castaño, algo guapo, diría yo.

— Parecía que ya se conocieran —dijo el chico—, pero por su conversación supongo que no.

— No, apenas la conocí hoy —respondí con una sonrisita.

— ¿Te gusta Gorillaz? —me miró y señaló mi playera que llevaba.

— Sí, me gusta mucho su música —respondí sujetando mi playera algo avergonzada.

— A mí me encanta esa banda —cuando sonrió, pude notar que tenía brackets y no pude evitar pensar que se le veían bien—. Prácticamente podría explicarle a cualquiera la historia de cada uno de los integrantes.

Ya no pudimos seguir la conversación porque entró la maestra al salón. Hicimos una dinámica en donde decíamos nuestro nombre y la carrera que queríamos estudiar, y la persona que seguía tenía que repetir lo que habían dicho las personas anteriores. Desafortunadamente, nuestra mesa era la penúltima, pero cuando llegó el turno del chico, quedé asombrada. Su nombre era Aren, era el nombre más bello que había escuchado, como si fuera de un dios griego.

Cuando terminó la clase, Sarai se fue rápidamente y yo me quedé todavía en el salón guardando mis cosas, cuando el chico se acercó y me dijo:

— Parece que está lloviendo y no tengo paraguas —claramente se notaban sus intenciones ya que estaba jugueteando con el mío.

— ¿Quieres que nos vayamos juntos a la siguiente clase? —le sugerí.

— ¿Cómo rechazar esa oferta? —tomó mi paraguas y caminamos a la salida donde lo abrió y me lo entregó.

Mientras caminábamos, empezó a hablar y a preguntar muchas cosas. Fue bastante divertido; descubrí que dibujaba, tomaba fotografías, le daban mal las matemáticas, tenía 17 años y le gustaban mucho los perros. Cuando llegamos al salón, los lugares estaban muy llenos, y al otro lado del salón vi a Sarai, que me había apartado un lugar. Lamentablemente, ya no había más cerca y Aren tuvo que optar por sentarse lejos de mí, así que me despedí de él y me senté junto a Sarai.

Ese día no volví a hablar con él, o eso pensé. Cuando llegué a mi casa, recibí un mensaje de él.

10:00 p.m

Fue algo impactante recibir ese mensaje suyo

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Fue algo impactante recibir ese mensaje suyo. ¿Se preocupaba por mí? Esto no puede ser, esto es algo nuevo. No dejé de darle vueltas al asunto hasta que quedé dormida.

Mi primer "te amo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora