4

1 0 0
                                    

2 de septiembre.

Han pasado ya unos días después de aquel día en el museo. El tema es que Sarai se enamoró de ese chico del que me había contado. Siento que fue rápido y repentino, pero no voy a juzgar. Sarai tiene experiencia en el amor, no yo. Aunque aún no son nada, al paso que van, los veo siendo novios en menos de un mes. Se la pasan todo el tiempo juntos, y parece que ya no hay tiempo para mí, excepto en las clases donde él no está. Pero no importa, supongo que mientras ella sea feliz, no puedo quejarme.

Tengo a mi equipo de historia para distraerme de ese tema, pero no creo que sea suficiente. En francés, no le hablo a nadie, así que se vuelve algo incómodo, y solo quiero salir de esa clase rápidamente. Pero creo que desde ahora será diferente.

En clase de redacción, la maestra hizo equipos al azar, y el equipo que me tocó fue increíble. Todos son muy divertidos y amables, pero una chica de rizos resaltó entre todos, Ari. Parece que me reconoció y me dijo que sí estaba en su clase de francés. La verdad, es la primera vez que la veía, y no entiendo por qué, si forma parte de mi salón. Supongo que tendré que ser un poco más observativa.

—¿Qué te parece si nos sentamos juntas en la próxima clase? —Ari me había explicado que ella tampoco tenía con quién sentarse cuando le conté mi situación—. La verdad, me siento algo sola ahí.

—Me encantaría —dije con entusiasmo.

—Bueno, me tengo que ir. Ya es tarde. Tengo que ver a alguien antes de irme —se despidió con la mano y dijo por último—: Nos vemos el lunes.

—Adiós.

Y con eso, volví a estar sola.

—¿Y Sarai? —me sobresalté al escuchar su voz detrás de mí.

CCuando lo miré, noté que se acercaba con una sonrisa relajada. ¿Cómo hace para siempre lucir tan tranquilo?

—¿Perdona?

—Sí, ¿dónde está Sarai? Pensé que estarías con ella. No esperaba verte sola.

—Bueno, supongo que el amor es lo más importante para ella.

—En mi opinión, admito que para mí el amor es importante, pero tampoco descuidaría mi amistad.

—No está descuidada, solo dale tiempo.

—Si tú lo dices —hubo un silencio algo incómodo hasta que Aren dijo—: ¿Te gustaría acompañarme un rato hasta que lleguen por mí? —No esperaba eso—. Bueno, si tienes tiempo y si quieres.

—Bueno, la verdad es que me gustaría algo de compañía, así que sí.

—Perfecto. Ven conmigo. Vamos a caminar un rato —Él colocó su brazo alrededor de mi hombro de una manera amistosa y después de un rato, lo quitó. Ese tacto hizo que se me acelerara el corazón—. ¿Te puedo hacer una pregunta?

—Claro.

—¿Cuál es tu tipo?

Esa pregunta me tomó por sorpresa. No pensé que soltaría eso.

—¿A qué se debe esa pregunta? —No entendía a dónde quería llegar.

—Estaba hablando con un amigo acerca de eso, y nos preguntamos cuál sería el tipo ideal de las chicas. Y ya que te tengo aquí, me da curiosidad.

—Bueno, siento que físicamente no tengo tipo. Lo que más me importa es lo interior.

—¿Liam, eres traficante de órganos? —Su tono fue bastante burlón.

Le solté un golpecito en el hombro —No me refiero a eso —le exclamé.

—Lo sé, solo se me ocurrió —se rió un poco. Era la primera vez que lo veía sonreír, y era simplemente hermoso—. Perdón, continúa.

—Tiene que ser amable, detallista, romántico, serio con los demás pero cálido cuando está conmigo, que me proteja, que sea gracioso y sepa dibujar —empecé a describirle a Aren todas las cualidades que yo anhelaba de una persona.

—¿Por qué que sepa dibujar?

—Bueno, en mi opinión, me gustaría estar con alguien que tenga un lado artístico como yo. No sé, no es tan importante, pero la mayor parte de chicos que me han gustado saben dibujar.

—¿Cuántos novios has tenido? —otra pregunta que no me esperaba.

—Ninguno —dije a secas.

—¿Es en serio? —parecía bastante confundido.

—¿Por qué lo dudas? —me parecía bastante rara su reacción.

—No, nada —Aren prefirió voltear a otro lado para evitar mirarme.

Me puse enfrente de él y lo detuve en su caminata.

—No me dejes con la duda. ¿Por qué te sorprendes?

—Es que me da vergüenza esto.

—Dime —seguí insistiendo.

—Es que me sorprendió el hecho de que una chica tan linda como tú no haya tenido novio nunca —Dios mío, mi corazón empezó a latir demasi

ado fuerte, otra cosa que no me esperaba. ¿Este chico acaso pensaba que yo era linda? Eso nunca me había pasado.

—¿Linda? ¿Yo?

—Sí, ¿quién más? ¿Acaso no te consideras linda?

—No, nunca nadie me lo ha dicho.

—Bueno, supongo que eso me hace el primero —su teléfono empezó a sonar. Él contestó, resultó que era su padre que venía por él. Se despidió rápidamente y se fue.

¿Qué había sido todo eso? ¿Me consideraba linda? Estoy bastante confundida al respecto.

Todo el trayecto de regreso a casa, no podía dejar de sonreír. Estaba eufórica por la charla que tuve con Aren. Cada palabra suya resonaba en mi cabeza, y cada gesto suyo se quedaba grabado en mi memoria. No entendía por qué me sentía así. Aunque intentaba no ilusionarme, una extraña sensación me invadía. Quizás era solo amabilidad de su parte, pero algo dentro de mí anhelaba que fuera más que eso. ¿Estaba empezando a enamorarme de Aren?

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Dec 01, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Mi primer "te amo"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora