Cuando llego por primera vez al mundo mágico, esperaba muchas cosas, un nuevo mundo que explorar, nuevas personas que conocer, lograr obtener amigos que apreciar.
Y es cierto, pudo obtener eso y más, lo que nunca espero experimentar fue estar en medio de una guerra racial, dónde tú valor de sangre era más importante que tu vida misma. En días de autoconciencia gritaría maldiciones a los causantes de todos estos males que torturaban a los suyos.
Muy bien recordaba cuando conoció a Harry, el niño que vivió; un título estúpido que hasta el mismo chico odiaba ¿Qué había de grandioso haber vivido cuando sus padres habían muerto, siendo dejado con los seres despreciables que conocía como sus tíos?
También estaría Ronald Weasley, inteligente, bromista y todo idiota cuando se lo proponía, pero, era lo que podrías buscar en un amigo fiel. Su familia había pasado por penurias al apoyar a los de su clase, también por algunas situaciones de apuestas y traiciones dentro de sus casas, cositas sin importancia.
Fueron varias aventuras de fantasía las que vivió con esos dos chicos, ganándose el renombre del trío dorado, poco sabían en ese momento que todo el camino los llevaría a justo el momento donde se encontraban.
Frente a la morena se presentaba una batalla de voluntades y moral. El bien contra el mal diría el director si estuviera vivo.
Una parte de lo que quedaba de su familia, su amigo, su compañero de aventuras, con varita en mano y con el valor del mismo Godric Griffyndor se enfrentaba a Voldemort, el antagonista de la vida de su amigo, el asesino de sus padres y causante de muchas muertes más a su nombre.
Cuando los hechizos fueron pronunciados, chocando entre sí en el medio de los dos, fue como perder el aliento. El forcejeo fue sorprendente y casi comparable a lo leído en la batalla de Dumbledore contra su amor.
Su propio corazón estaba en toda su potencia intentado prever quien ganaría; si fuera posible deseaba con todas sus fuerzas la victoria de su amigo, que, aún debilitado, con sus traumas, casi más piel y huesos que cuando lo conoció en el tren. Luchaba por todo lo bueno del mundo mágico, luchaba por sus padres, por su tío, por sus amigos.
El tiempo se detuvo cuando el hechizo impacto al señor tenebroso, ella vio como Tom Riddle cayó de rodillas derrotado y con una mirada confundida.
El grito que siguió la saco de su conmoción.
Voldemort se estaba desintegrando a la vista de todos, había perdido, su guerra y su alma, no era extraño que su muerte llegará a manos de su amigo. Lo que no comprendió por unos segundos cuando lo vio, fue a Harry voltear de forma lenta y adolorida, un rostro sucio y mirada cansada la veía ahora, una mano contra su pecho, dónde una mancha oscura comenzaba a crecer.
Hermione Granger en ese momento no entendió lo que sucedía, esto no estaba en las planificaciones hechas antes de la batalla. Ella sabía muy bien eso, ella misma dio las instrucciones; busca los horrocruxes, destrúyelos, enfrentar a Voldemort y ganar la guerra. Era, aunque difícil, no era imposible cumplir tales instrucciones.
Harry Potter la miro con tristeza, miro su mismo pecho y volvió a levantar la mirada, suelta de su otra mano caída su varita y con una leve sonrisa que ni siquiera logra llegar sus ojos, hace una seña de despedida cuando con una rapidez infernal la mancha oscura inunda por completo su cuerpo y se desvanece en el aire.
-¡NO! - el grito a su lado la saca de su segunda conmoción, volteando a ver la causante puede ver a Ginny, sus manos cubriendo su boca y lágrimas a raudales manchando su rostro, puede ver cómo cae de rodillas al suelo sin preocuparse por lastimarse.
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Magica Immunditia [ reescritura ]
Fanfic"La segunda guerra mágica acaba con un resultado catastrófico, el desenlace de todo el infierno fue doloroso para todos, muchos seres queridos se habían ido. Aunque todo parecía como un gran respiro para lamer sus heridas, la realidad era mas monstr...