Monster ( vkook ) - Segunda Temporada

two

día 109

estoy recordando algunas cosas

Hace nueve años atrás...

Durante su infancia no había otro día después del dos de mayo, aquella fecha se repetía una y otra vez, eran parte de un ciclo del cual él era la víctima y no tenía escapatoria. En ese entonces fue demasiada carga, los recuerdos siempre serían su mayor problema y el diferenciar la realidad era otro que eventualmente se estaba por convertir en uno.

Sonaba la voz de un niño en su cabeza por las noches, lo perseguía en sus pesadillas y era como si estuviera reproduciéndose una y otra vez la misma grabación, buscaba algo y Taehyung no sabía por qué exactamente creía que lo encontraría con él.

— Tu turno —Dong-hee le sonrió amablemente y esperó la respuesta de su contrincante. Pero nunca llegó—. ¿Qué ocurre? ¿No quieres jugar?

Taehyung pegó su vista en el tablero, observó atentamente sus piezas, las cuales seguían intactas aún después de tres jugadas, y se convenció a sí mismo que sin importar cuánto tiempo le diera Dong-hee, no recordaría el movimiento de cada una de ellas.

— No recuerdo como jugar —susurró suavemente. 

— Es sencillo. Solo debes sacrificar a tus peones, moverlos dos o un cuadro al frente y proteger al rey. No es muy difícil —dijo el doctor, como si se tratara de un juego de niños.

— ¿Por qué? —Taehyung elevó su rostro y miró con curiosidad al doctor, quien soltó una risa ante sus palabras.

— ¿Qué quieres decir con eso? —se burló—. Es lo que hace el peón. Es una pieza inútil ¿No lo crees?

— ¿Es inútil aquel que sacrifica su vida por alguien más? —respondió tajante. Tal y como lo esperó, el doctor cambió su expresión rápidamente, una línea recta se dibujó en su semblante y casi sintió lo frío que podía llegar a ser.

— ¿Te identificas con el peón, Taehyung? —aquella pregunta le trajo recuerdos, los suficientes como para volver a la realidad. 

— Al principio sí —respondió con facilidad, el castaño sonrió maliciosamente y resopló—. Pero ahora creo que me identifico con alguien más. Alguien a quien usualmente omitimos dentro del juego.

— ¿A quién?

— Nosotros —dijo, tomándolo por sorpresa—. Creo que ahora prefiero ser el que está sentado en una estúpida silla, pensando qué pieza mover y cómo atacar.

— Fabuloso, Taehyung. No lo había pensado así —murmuró Dong-hee con su falsa sonrisa. Taehyung decidió presionarlo un poco más.

— ¿Sabes, Dong-hee? Quizás no recuerde cómo jugar, pero recuerdo exactamente el poder que tienen las piezas en el tablero —musitó contra sus dientes, como un secreto que no quieres oír o contar, que lo dices con impotencia y frialdad—. Será mejor que cambies tus medicamentos de mierda porque estos no están funcionando. 

Dong-hee sonrió ladino y liberó carcajada tras carcajada, Taehyung tragó duro y frunció el ceño al notar el brillo en los ojos del doctor. Estaba excitado, podía verlo y no era más que un simple maniático. El doctor chasqueó los dedos y silbó, los enfermeros a cargo llegaron al instante y tomaron a Taehyung de los brazos, el castaño forcejeó pero eran demasiados como para escapar. 

— Llévenlo a la silla eléctrica —ordenó Dong-hee, divertido, riéndose en su propia cara. A Taehyung se le heló la sangre, su rostro pálido y cuerpo tembloroso demostraron que no sabía cuánto más soportaría, ese miedo se transformó en furia minutos más tarde y su expresión cambió rotundamente—. Cubran su boca. No quiero oírlo.