Silver fox

Capituló I

Louis conoce a Harry desde prácticamente su nacimiento. El mayor ha sido parte de su familia desde que él y Carlos tenían ocho años, y Louis todavía ni existía.

Se conocieron cuando Carlos empezó a asistir a la escuela de pilotos de monoplazas. Ahí, ambos se hicieron amigos después de casi pelear a golpes en la práctica debido a su terquedad y mal genio, marcados por caprichos y fastidios propios de niños de su edad.

Asistieron juntos a la escuela de pilotos y al colegio durante toda su vida. No dejaron de hablarse cuando Harry decidió que ser piloto no era lo suyo y se dedicó a estudiar piano, jugar al rugby y practicar natación.

A pesar de no tener las mismas ambiciones y seguir carreras diferentes, con Carlos como piloto y Harry como abogado, su amistad persistió.

Louis llegó a sus vidas cuando Harry ingresó a Harvard. Al principio, Carlos enloqueció, pensó que sería hijo único toda su vida. Sin embargo, los padres de Louis quedaron cautivados por el bonito bebé en el lugar de adopción y decidieron llevarlo a casa. Cuando el castaño conoció al bebé, de ojitos bonitos, este se ganó su corazón.

Harry también conoció al bebé el mismo día, ya que donde estaba Carlos, estaba él. El futuro abogado tomó al bebé en sus brazos. Louis, con un año de edad, pellizcó la nariz del mayor y rió a carcajadas cuando este fingió estar muy adolorido por su acción.

Ahí nació un hermoso lazo que inicialmente se disfrazó de hermandad, pero terminaría quitándose la máscara para revelar la pasión y el amor que guardaba dicho lazo, desencadenando quizás muchos problemas.

.....

Louis intenta actuar con normalidad, pero la propuesta del abogado frente a él hace que le resulte difícil; la atractiva personalidad de Harry no lo facilita.

Piensa que, si no fuera por la presencia de Carlos a su lado, se lanzaría sobre el mayor y le rogaría que lo dejara complacerlo.

"Te dije que quizás la idea no le parecía bien", comenta Carlos a Harry, quien bufa con una risa de hoyuelos que derrite a Louis.

Harry toma el vaso que el camarero trae para Louis y, después de asegurarse de que no esté adulterado, se lo entrega.

"No tienes que responder ahora... hazlo mañana, mariposa", bromea, entregándole el trago mientras toma asiento a su lado, ignorando el revoloteo de emociones que provoca en Louis al llamarlo con su apodo de la niñez.

"En mi opinión, Louis no necesita trabajar y... ¡ouch!" se queja el español al sentir una aceituna impactar contra su ceja.

"Voy a trabajar, te guste o no. No soy un muñeco, Carlos", responde Louis. Carlos es increíblemente protector con su hermano, y si dependiera de él, Louis no trabajaría y se quedaría todos los días en casa.

"Además, como le propuse, si trabaja en mi firma, no le sucederá nada, y su carrera ascenderá más rápido de lo que ya lo hace ahora. Este chico es un genio. Lo sobrestimas mucho, tonto", le dice Harry a Carlos, pero le sonríe a Louis y despeina su cabello, provocando risas.

"Además, no necesito tu autorización, Carlos", aclara Louis con el ceño fruncido, pero se relaja al recordar que habla con su hermano. "Te amo, eres el mejor hermano, pero eres muy protector y me sofocas", agrega mirando al español con una mueca. Louis toma su mano y la aprieta. "Entiende que ya soy un adulto, estoy a pasos de convertirme en abogado y trabajar con Harry sería espectacular". Dirige su mirada al abogado, y sus ojos brillan, haciéndolo suspirar. Carraspea. "Es un excelente abogado y su firma tiene prestigio. Ganaré el mío, pero un empujoncito no le viene mal a nadie". Ríe cuando Harry lo abraza por los hombros y suelta la mano de Carlos.