El tiempo se deslizó como arena entre los dedos, y antes de darse cuenta, Carlos y Charles estaban de pie en el altar, listos para dar el siguiente paso en su relación. La boda, aunque magnífica, no escapó de la esencia traviesa de Harry, quien, con una sonrisa pícara, bromeó con su esposo Louis.
"Bueno, esta boda está muy bien, pero claro, no tanto como la nuestra", susurró Harry en tono juguetón al oído de Louis. Sin embargo, su comentario no pasó desapercibido por Charles, quien, con un toque de humor, le dio un zape amistoso que desató risas en la pequeña congregación.
Incluso en los momentos especiales de los demás, Harry y Louis encontraban maneras de mantener viva la chispa de su relación. Aquella broma en la boda de Carlos y Charles se convirtió en una anécdota divertida que repetían con frecuencia, recordándoles a todos que, aunque cada boda es única, la suya siempre tendría un lugar especial en sus corazones.
Los días seguían su curso, y Harry y Louis continuaban su travesía juntos. A pesar de los roces ocasionales (porque ambos eran conocidos por su terquedad), su amor prevalecía. Aprendieron a encontrar el equilibrio entre las discusiones por cosas triviales y las conversaciones serias que fortalecían su relación.
El chocolate con sandía seguía siendo una extraña combinación en el repertorio culinario de Louis, pero Harry había aprendido a amar incluso esos pequeños detalles peculiares. Después de todo, eran esas peculiaridades las que hacían que su relación fuera única y llena de vida.
En una cálida tarde de verano, mientras paseaban por el parque de la mano, Louis rompió el silencio con una risa suave. "¿Recuerdas la broma en la boda de Carlos y Charles? Ese zape valió la pena por las risas que nos dio."
Harry asintió, sonriendo con cariño. "Sí, incluso en los momentos serios, siempre encontramos una manera de mantenernos ligeros y divertidos. Eso es lo que amo de nosotros, Lou."
Louis le apretó la mano, expresando su acuerdo. "Nuestro amor es fuerte, Harry. Aprendimos a navegar las aguas turbulentas y disfrutar de las tranquilas. Incluso cuando discutimos por cosas tontas, al final del día, siempre volvemos el uno al otro."
La brisa acariciaba sus rostros mientras continuaban caminando, reflejando la paz y la felicidad que encontraban el uno en el otro. La vida seguía su curso, pero para Harry y Louis, cada día era una aventura compartida, llena de risas, amor y la certeza de que estaban construyendo algo hermoso juntos...algo quizás como una familia?
.....
Una tarde tranquila, mientras compartían el cálido abrazo del sofá en su hogar, Harry y Louis decidieron abordar un tema que, aunque habían dejado de lado durante algún tiempo, nunca había quedado olvidado: la posibilidad de tener hijos.
Louis, con la mirada perdida en el horizonte de su sala de estar, rompió el silencio. "Amor, ¿alguna vez has vuelto ha pensar en tener hijos? Quiero decir, sé que hemos estado ocupados con el trabajo y todo, pero la idea nunca se desvaneció por completo de mi mente."
Harry, apoyando su cabeza en la mano de Louis, asintió con una sonrisa suave. "Bebé, lo he pensado, Lou. La idea de formar una familia contigo siempre ha sido un sueño en mi corazón. Pero, ya sabes, con nuestras carreras y todo lo demás, a veces me pregunto si es el momento adecuado."
Louis suspiró, entrelazando sus dedos con los de Harry. "Entiendo lo que dices. Ambos hemos estado inmersos en nuestras vidas profesionales, pero también quiero asegurarme de que no dejemos pasar lo que realmente queremos. ¿Te gustaría ser padre, Harry?"
Harry miró a Louis con amor, sus ojos reflejando la sinceridad de sus sentimientos. "Más de lo que puedo expresar, Lou. Imagino pequeñas risas llenando nuestra casa y momentos familiares que atesoraríamos para siempre. Pero, también sé que es una decisión importante, y quiero estar seguro de que estamos listos para ello."
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Silver fox
FanficLos labios de este hombre son rosados y gruesos, con el sabor de un néctar divino; sus ojos, verdes y brillantes, iluminan toda una ciudad con su resplandor. Su sonrisa presenta adorables hoyuelos, pero al mismo tiempo emana un toque de sensualidad...