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Pasado el mediodía el par de amigos nos encontramos en una cafetería cercana al colegio, mientras esperamos las próximas clases que comienzan por la tarde decidimos salir por algo de comer.

-Te ves como toda una princesa comiendo- la burla del colorado no se hace esperar. Tengo la nariz llena de crema del pastelito al que acabo de morder. Me sonrojo enseguida le lanzo una servilleta hecha bola mientras extermino ese pastelito como dios manda, tomo un sorbo de su café para poder continuar la conversación.

-Yo realmente no te pregunté- río- por cierto deberíamos comenzar con el trabajo de anatomía si queremos terminar para mañana temprano, recuerda que debemos ser los primeros si queremos esas medallas- me coloco cómoda en la silla y saco la cajita de la mochila. Abro la cajita encontrándome con un montón de pequeñas piezas dentro, pedacitos de plástico con la forma de huesos humanos, la dejo a un lado por unos segundos y saco la cartilla que me había entregado la profesora. "Aquí deberán anotar sus hallazgos, señalar sus ideas y plasmar su hipótesis de la causa de muerte, solo con esto podrán recibir su medalla".

-Entonces... debemos descubrir la causa de muerte...- vuelvo la vista a la caja.

-Pues así parece- comenzamos con nuestro trabajo tan pronto como armamos el pequeño esqueleto sobre la mesa.- No sé si es a propósito pero estos huesos de aquí están decolorados-

-Que encantadora platica para un lunes en el almuerzo- la cara de Teo se pone blanca.

-Ya supéralo, si no soportamos esto imagina cuando sean los de verdad- tomo el café distraída mientras continuamos nuestra tarea. Luego de media hora con varias anotaciones en la hoja una voz nos interrumpe de nuestros pensamientos.

-Mira quienes están aquí...hola belleza- unos labios se dirigen directo a mi boca lo  quita sin pensarlo dos veces-Anda, no seas amargada, solo será uno- ruedo los ojos.

-Hola Chase que poco gusto da verte- Teo interrumpe el monologo del odioso el cual vuelve la mirada hacía él.

-Hola Teo, ¿cómo estás?, ¿no estás más gordo? ¿Cuántas pollas te comiste durante tus vacaciones? Seguro que más de una si fueron tan largas como me comentaron- intenta tomar una pieza de su pequeño esqueleto pero antes de que pueda lograrlo Teo le golpea la mano con fuerza.

-Mejor antes de que llegaras y no toques- lo aleja de su trabajo. Ruedo los ojos, Chase nunca se había comportado tan idiota hasta hace dos años, cuando decidió que seguir siendo parte del trio que habíamos formado apenas nos unimos a la Academia ya no le daba resultados, desde ese entonces se encarga cada vez que puede de hacerle acordar a Teo lo insignificante que es y lo obsesionado que se encuentra con él.

-Que idiota estás hoy, deberías encontrar quien te folle con ganas, eso te ayudará a sonreír más- vuelve la vista a mi.

-Chase, nadie pidió tu opinión, ni tu presencia, si puedes irte nos harías un favor a todos- no sentirse burlado por sus sentimientos es algo de lo que Teo todavía tiene que aprender, su orgullo por lo que es no disminuye ni un poquito, pero encontrar la fuerza para responder a este tipo de comentarios no es algo que le resulte fácil, Teo nunca discutiría devuelta, bueno, salvo tal vez conmigo y solo para ponerme de los pelos.

-Ya veo que ya no están humor para bromas...-

-No es una broma reírse de la elección de vida de alguien Chase, a ti nadie se te burla por lo idiota que elijes ser y mira que si tenemos con que reírnos, así que  hazme el favor de desaparecerte- una guerra de miradas ocurre entre los dos unos segundos Chase intentado decidir si vale la pena seguir con la discusión, pero al ver que ya la gente en la cafetería se había volteado a verlos gracias al alto tono que en el ue le grité las cosas en la cara decidió que por hoy sería suficiente. Tomó una galleta del plato de Teo y salió de allí golpeando la puerta a sus espaldas.

-Amor tranquilo- abrazo a mi mejor amigo- lo golpearemos y lo enterraremos la próxima vez- beso su mejilla muchas veces.

-¿Y si lo incineraremos y arrojamos lo que quede de él al lago?- habla bajito.

-Con zapatos de cemento si quieres- vuelvo a besar su mejilla mientras una sonrisa se esparce por su rostro- será mejor que vayamos si queremos llegar a nuestras clases de defensa personal- guardo todo dentro de la mochila y salimos del café luego de pagar nuestras compras.

Cuando llegamos a los casilleros nos cambiamos de ropa sin pudor, acostumbrados desde primer año a los casilleros mixtos no es un problema sacarnos la ropa frente a nuestros compañeros. Me quito la camiseta dejado a la vista el corpiño deportivo que sostiene mis pechos dándoles una buena vista para los presentes, me quito el pantalón quedando en unas bragas negras de algodón simples y me coloco unos leggins negros. Un silbido provoca que una pequeña risa salga sin permiso de entre mis labios.

-En serio qué estuviste haciendo durante las vacaciones, ese lindo trasero no es de puro gimnasio- comenta Rafad, un compañero un año menor que nosotros con el que nos vemos seguido, Teo termina de colocarse las zapatillas en silencio con las mejillas sonrojadas, estos dos siempre estuvieron destinados a estar juntos y algún día averiguaré por qué no ha pasado aún.

-Solo es gimnasio Rafad, ¿qué más podría estar haciendo?- está haciendo mucho calor aquí adentro ¿o solo soy yo? Termino de atar una coleta alta en mi cabello y tomo el agua.

Salimos del vestuario los tres, mientras caminamos por el pasillo un grupo de idiotas pasa junto a nosotros en dirección a los casilleros de cambio, los chiflidos no se hacen esperar y la vista descarada de al menos la mitad del grupo se posan en mi escote. Trago el odio que me generan  mientras sigo caminando y les muestro del dedo del medio.

-Oye mamasita quisiera que vinieras conmigo a los baños y me chuparas...-

-Termina la oración y para la hora de la tarde estarás llorando en casa luego de haber sido expulsado- el infame de Colton sostenía de la parte trasera del cuello al estúpido arrogante de Nathan Schuls que cree que por tener dinero puede ser un asqueroso.

Los tres que íbamos en dirección al gimnasio nos giramos para ver el show, porque ante todo siempre chusmas. La cara de Nathan refleja verdadero terror lo que me causa tremenda satisfacción, sus ojos están grandes de susto de haber sido atrapado y abre y cierra la boca como pez fuera del agua. Doy un paso al frente.

-Anda Nathan, termina la oración, termina ante el director la frase que tengo que escuchar todos los días cuando veo tu horrible presencia cerca de mí- cruzo los brazos frente a mi pecho.

-Yo...yo...- Colton lo suelta empujándolo lejos, a paso lento camina frente a él, su espalda contra la pared, el dedo índice de Colton en su pecho.

-No te quiero cerca de ella y cuida tu boca o podría costarte caro ¿nos entendemos?- asiente rápidamente.-Vete a cambiar, los cuatro, se van- el séquito que acompañaba a Nathan lo siguen dentro del vestuario.

-Acompáñenme los tres- Colton nos señala pero sin dudad no deja de mirarme con su famoso semblante impasible- supongo que iban a sus clases de Defensa personal, ya es tarde los acompañaré- sin dejar que ninguno pueda llegar a argumentar en contra de su decisión comienza su marcha hacia el gimnasio.

Lo seguimos sumidos en un profundo silencio, con la vista delineo el contorno de su espalda cuadrada, así como esta mañana el olor a su colonia llega a mis fosas nasales y obligo a la sonrisa en que se forma en mis labios a desaparecer, no extraño su perfume, no señoras. 



Voten y comenten, estos dos tienen historia y poco a poco va a conocerse. 

Batrock Academia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora