━━━━━━ iv. Mozzie

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Maratón 1/5



Xiccato fue la primera en entrar, y antes de permitir que su pupilo entrara a la oficina, miro a los dos presentes.

—Está de mal humor —anunció —. Sus ojos lo están matando, es como un viejo con resaca. No se sorprendan si comienza a gritar.

La directora solo sonrió antes de ordenarle dejarlo pasar.

Jest miró al chico junto a Cynthia. La directora sonreía a su dirección y, contradictoria a la suave curva en sus labios y su aparente expresión amable, Jest sabía que las palabras que le diría serían catastróficas. Si no, Xiccato no estaría a su lado con una de sus manos enguantadas sobre su hombro.

—Jest querido, toma asiento —Jest frunció el ceño ante las palabras de la directora. Su maestra bufo antes de obligarlo a sentarse —. Como sabrás, tus grandes capacidades han comenzado a llamar la atención de todos en el continente.

Jest se negó a hablar. Podía sentir la mirada azulina de Arthur Leywin taladrando agujeros en su cabeza, y el agarre firme de Xiccato sobre él, impidiéndole huir. Sus ojos comenzaron a doler, probablemente por la ansiedad que comenzaba a correr por sus entrañas.

Anthony se lo había dicho con anterioridad: para controlar a los ojos primero debía controlar sus sentimientos, ser una roca inamovible, estar sereno y calmado. Jest aún no lograba dominarlo, y dudaba que algún día pudiera hacerlo.

—Eres un alumno de esta honorable academia. Le garantizamos tu seguridad a la casa Tafari, y no planeo deshonrar esa promesa —la sonrisa de la maga creció y, con ella el ceño fruncido de Jest. El azabache intentó moverse solo un poco, pero la presión abrumadora por parte de Xiccato se lo impidió. Ella estaba ahí para contenerlo, después de todo, era la única persona a la que Jest respetaba en su totalidad —. Recientemente escuche que en el submundo tus ojos elevaron su precio. Me temo que en cualquier momento los cazarrecompensas comiencen a perseguirte.

—¿Cuánto? —la interrumpió con notable disgusto. El dolor hizo lagrimear sus orbes y nubló su vista —. ¿Cuánto están dando por ellos?

El silencio reinó en la sala. Cynthia lo miró sin querer responder, no quería abrumar a una mente tan joven. Arthur mantuvo la vista sobre su amigo de la infancia deseoso por saber la respuesta. Fue Xiccato la que contestó su pregunta, consciente de la clase de chico que era Jest.

—500 millones.

—¿Por ambos o solo por uno?

—Por ambos —la mujer contestó, mirando fijamente los orbes cubiertos por las gafas de sol. Podía sentirlo tensarse bajo su mano y, por el rabillo de su ojo veía, sus ojos activarse y desactivarse.

"No durará mucho", pensó con disgusto. Era uno de esos días en los que los ojos de Jest estaba más sensoriales que nunca, uno de esos días en los que debía vendar los ojos del chico, poner una bolsa de hielo en su frente y conjurar algún hechizo contra el dolor.

Solo ese hecho fue una confirmación para Xiccato sobre que nada de esa plática sería calmada y razonada, y que Jest perdiera los estribos más rápido de lo que pensaba.

Jest sonrió antes de soltar una corta risa, aunque pareció más un pequeño alarido de dolor. 

—Si supieran lo que son capaces de hacer, no ofrecerían tal miseria.

—Y debe seguir así —Cynthia habló nuevamente. La expresión en su rostro había cambiado a una completamente seria —. Ni una sola alma debe saber cuál es el don que se te concedió. Si hay alguna fuga de información, más personas apuntarán a ti. Por eso te pondré un guardia.

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⏰ Última actualización: Jul 25 ⏰

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𝐌𝐄𝐋𝐎𝐍 𝐕𝐈𝐍𝐎 ━━━━━━ Arthur Leywin x trans male readerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora