The alters | DAERIN (ADAPTACIÓN)

Capítulo 3

  Haerin despertó a mitad de la noche, sobresaltada.

Odiaba cambiar de lugar con otras alters porque nunca sabía cuando iba a volver a tener el control de su vida, había muchas veces en las que días enteros había perdido, o su peor momento: cuando despertó para saber que habían pasado tres semanas de su último recuerdo.

Al ver el reloj en su celular vió que eran las tres y siete de la madrugada, del día siguiente.

Suspiró con algo de alivio, no había pasado mucho.

Se volteó y vió a Danielle durmiendo en su cama, a un metro de la suya.

Recordó lo tierna que había sido la chica, atenta, incluso cuando le rogó que se alejara, Danielle solo quería hacerle bien, y lo sabía, y por mas que  odiaba cambiar de lugar, se sintió tan bien abrazarla mientras el mundo real se alejaba de su percepción.

Sonrió de forma honesta.

Se levantó de la cama sin hacer mucho ruido, tenía hambre y fue hacia la cocina, encontró una nota sobre la mesa.

<<Hola Haerin o Hae, estoy segura que será alguna de ustedes dos quien lea esto.

Kitty no quiso cenar mucho, esto es por si despiertas con hambre.

Espero que te sientas mejor <3>>

Sonrió como una tonta, sus mejillas se tornaron de rojo, miró el envoltorio del ramen instantáneo y al pequeño chocolate junto a ella, a un lado descansaban unos palillos.

Tendría que agradecerle por esto.

Calentó el agua y esperó hasta que hirvió, preparó el ramen con cuidado y mientras comía estaba revisando su celular.

Se le ocurrió revisar sus notas, lugar que solían dejar sus alters para dejarle mensajes.

"La chillona está afuera, que se quede afuera" -Hae

Haerin rodó los ojos con fastidio, Hae se había enojado porque tenía que lidiar con Haer.

"Es agradable" - Kitty

Sonrió, Kitty era de muy pocas palabras, ademas de serlo literalmente, casi nunca escribía porque no era de comunicarse mucho.

Normalmente Kitty solo se quedaba medio cerca, viendo lo que hacía de vez en cuando, pero no hacía más, cuando tomaba el control era cuando la situación estaba tensa o muy incómoda, y más si se trataba del contacto físico.

Era una protectora sexual, pero su labor se extendía a más del sexo, siempre que alguien más tuviera contacto con ella, como cuando la abrazaban pero no se sentía segura, llegaba incluso a aparecer cuando el médico tenía que tocar su cuerpo para ver su estado físico, era un poco exagerada.

Terminó el ramen y tiró el envoltorio a la basura, junto con los palillos descartables, fue a comer el chocolate y tomó una botella de agua del refrigerador.

Por la mañana se despertó después que Danielle, y la mayor se encontraba leyendo un par de fotocopias y resaltando lo más importante, su cabello estaba húmedo por un baño reciente.

-Buenos días- murmuró con una pequeña sonrisa.

-Buenos días Haerin-ssi, dormiste bien?

-sip- dijo y comenzó a hacer un té- y gracias por la comida.

-Oh, no es nada- dijo Danielle y sonreía de forma encantadora- En verdad Kitty come muy poco creo que habrán sido cinco cucharadas de arroz y después ya no comió.

-Sip....digamos que Kitty cree que tiene un estómago muy pequeño -dijo.

-¿Que no tienen todas él mismo estómago?