Falsa libertad

Leo

Capítulo 3

Hay demasiadas caras nuevas. No me gusta para nada la sensación de ser la chica nueva y que todo el mundo ponga su atención en mí.

– Hola chicos, esta es la nueva alumna y se llama Kiara. – dijo Neo sabiendo que yo no iba a decir nada.

– ¡Hola! – Me dijeron todos a la vez.

– Kiara, pasa y siéntate en algún sitio que esté libre. –

Paso por la puerta y me siento en la tercera fila al lado de un chico con pelo rizado castaño.

– Holaa, soy Leo y tú Kiara verdad? –

– Em si. –

– Eres muy tímida por lo que veo, no te preocupes, encajarás bien. Somos muy amables y sociables todos. –

– Gracias jajaja. – Intento decir de manera tranquila.

– ¿Cuál es tu especialidad? – me preguntó Leo interesado.

– Cualquier cosa que tenga que ver con la defensa personal. ¿La tuya cual es? –

– Ala, que general. Probablemente tengas la mejor especialidad de esta clase. Tu especialidad es bastante amplia, quiero decir. Mi especialidad es saber y poder hacer un arma con cualquier cosa que pueda encontrar y como la tuya es tan general, probablemente puedas hacerlo también. –

– ¿Enserio? No creo... –

– Bueno no sé, es simplemente una teoría, lo irás descubriendo en las clases. ¿Te han explicado cómo van? –

– No realmente, pero es como antes, no? Quiero decir, examenes, deberes y mas examenes. –

– No, los exámenes siguen siendo exámenes, pero no escritos. Suelen ser pruebas físicas adaptadas a tu especialidad. –

– ¿Adaptadas? ¿No se supone que ya esta clase es adaptada a mi especialidad? –

– Si, pero nosotros sólo estamos en 3 clases juntos. Todas las demás clases las harás con otras personas con otras especialidades. Con la finalidad de que tú aprendas sobre las otras especialidades y ellos aprendan de la tuya. En cada aula hay unas 20 personas y hay 5 aulas. Es por eso que aunque nos mezclen, siempre vas a estar con 4 o 5 personas de esta clase. A lo largo de la semana verás tus nuevas asignaturas y eso. Ah casi se me olvida, por día tenemos 4 clases y por semana 12. –

– ¿Que? ¿No debería de ser 24 clases? –

En el primer piso eran 6 días lectivos y 1 día de descanso y por lo que me está diciendo Leo, son 3 días lectivos y 4 de descanso.

– No, eso era antes, tienes que tener en cuenta que ya no es teoría y no tienes que estudiar textos y hacer exámenes escritos. De ahora en adelante vas a tener que trabajar tu estado físico y hacer bastante deporte. No tiene nada que ver con que hayas pasado al segundo piso. Porque hay otras especialidades que siguen teniendo 20 clases a la semana. –

– ¿Tiene que ver con que mi especialidad tiene que ver con el deporte y lo más probable es que tenga que descansar bastante? –

– Exacto, como somos prácticamente una máquina avanzada, no tenemos la suficiente energía que deberíamos y la única forma de recargar fuerzas es descansar y dormir. –

– Perfecto, muchísimas gracias. –

– Una última cosa Kiara, nosotros tenemos clase Martes, Jueves y Viernes. –

– Es decir, esos son los únicos días que tengo clase en toda la semana. –

– Efectivamente, y siempre vas a tener esta clase a última porque es la que más cansa. –

Entra por la puerta lo que parece ser nuestro profesor.

– Hola clase, por lo que parece tenemos una alumna nueva, podría hacer el favor de levantarse y presentarse? –

Me levanto y observo a todos mis compañeros, y por encima puedo contar unos 17.

– Ho-ola, me-me llamo Ki-kiara. –

– ¿Kikiara? ¿Eres una gallina o que? Haz el favor de calmarte y hablar bien. –

– Pe-perdón señor. Me llamo Kiara y mi especialidad es... – hago una breve pausa para respirar – Todo lo que tenga que ver con la defensa personal. –

– Gracias Kikiara. Puede sentarse. –

Me siento en mi sitio y puedo notar todas las miradas en mí y procuro no llamar más la atención.

– Bien chicos, para la nueva y los que se habrán olvidado de mí durante estos días. Me llamo Matt y espero que entendáis todo por que no pienso resolver ninguna duda. Por hoy ya hemos terminado, ya que he llegado bastante tarde haciendo unas cosas. ¡Hasta el martes!

Con eso Matt pasa por la puerta y desaparece de nuestra vista.

– Leo, esta ha sido nuestra última clase, verdad? –

– Si, ya te puedes ir a tu habitación. –

– Perfecto gracias. –

Me vuelvo a levantar y salgo del aula. Voy de camino a la habitación intentando recordar dónde estaba. Me espera un buen fin de semana con mis nuevos compañeros de habitación.