El nuevo mundo

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Empezó con una guerra.

Singulares contra naturales. El primer bando con un ejército pequeño, casi nada, pero cada uno de ellos con un poder distintivo. Fueron iluminados por diferentes habilidades que les permitía poder y grandeza. Desde la telequinesis hasta el simple hecho de volar, cada uno de ellos tenía un don específico que lo hacía único. Por eso es que ellos creían poder gobernar. Por eso es que iniciaron la guerra, para sublevar a los demás.

Por otro lado estaban los naturales. Simples humanos sin don ni habilidad, solo con la existencia como milagro. Sin embargo, superaban en número a los singulares e incluso triplicaban su cifra. Eran débiles, pero su unión les hacía un digno oponente. Por eso es que esa guerra se llevó todo a su paso.

Estuvieron a nada de la extinción.

Para suerte suya forasteros de los reinos perdidos llegaron para traer equilibrio. Solo eran seis. Su edad era un chiste y varios se negaron a escucharlos. Al principio nadie les tomaba importancia y pasaron de ellos como si fueran una peste. Hasta que mostraron sus habilidades helando la vida unos segundos. El poder de los extranjeros superaba a todo el ejército singular y hacía temblar a los naturales.

Les costó menos de una semana ganarse el miedo de todo el reino y como venganza a la humanidad aprisionaron al líder de los singulares volviéndolo su sirviente personal. La habilidad de aquel hombre era el cristal y fue obligado a construir todo un palacio para ellos. Podrían haber sido los villanos con facilidad, acabar con todo el lugar en un parpadeo, pero en cambio prefirieron verlos arrodillarse antes ellos y escucharles llamarlos "Majestad". Se volvieron héroes.

Cuando tomaron el trono solo explicaron una regla: Ante la mínima muestra de revolución, todo el reino desaparecería, incluido ellos.

Eran seis reyes: La vida, la muerte, la mente, el cuerpo, la naturaleza y la devastación.

A su lado aquel prisionero de la primera guerra los acompañaría eternamente sin derecho a una muerte. A cambio de su servicio estaba al mismo nivel de poder que los reyes mismos, siendo su principal guardián y más leal consejero. Su sirviente eterno.

El reino de cristal tiene diferentes lugares dignos de ser revelados y mostrados con orgullo. Sin embargo, es necesario enfatizar el enorme castillo donde los gobernantes actuales habitan. "El palacio de cristal" Una gran obra maestra, hecha por su sirviente eterno. Cristal indestructible cubre cada parte del palacio de colores que variaban a medida que el día avanza o el humor de los reyes. La mayor parte del tiempo el Cristal es de un color crema que impide que ojos ajenos interrumpan la privacidad de los reyes. Cuando se realiza una fiesta entonces el cristal se ve transparente dejando que el cielo ilumine el lugar a su gusto y antojo.

Generación tras generación el orden de mando estaba en aquellos forasteros y su descendencia que habían sido denominados como dioses. Siempre, sin ninguna excepción, serían seis, de esta forma el equilibrio que alcanzaban para la tierra era hecho y no había cabida al error. La paz siempre era representada por seis reyes. Cada uno con un poder en especifico que ayudaba a reinar con totalidad. Sin opción a manchar su sangre. Capturando el poder solo para ellos.

Sin embargo, los ojos de los seis reyes estaban fijos en los singulares. Eran una amenaza para ellos. Su fuerza podría superarlos algún día. Por eso sus reglas se aseguraban de mantenerlos a raya.

Regla #54 Cualquier singular debe ser presentado a los reyes a los siete años. Con su respectivo nombre y poder, para ser marcado y clasificado.

Regla #72 A los singulares se les prohíbe cualquier trabajo en el que puedan hacer uso de sus habilidades.

Regla #73 Los singulares no tienen derecho a una vida estable.

Regla #88 El asesinato que no haya sido aprobado por el rey será condenado.

Regla #74 Si algún singular levanta la mano en traición hacia sus reyes será asesinado.

Regla #75 La presencia de cualquier singular en el palacio, que no sea el sirviente real, será pagado con muerte.

Regla #89 Cualquier problema que perturbe la paz del reino será condenado a muerte.

Era preferible matarlos, antes de que estos se vuelvan hacia los gobernantes.

Por ello, como único recurso los singulares se volvieron invisibles ante la sociedad, cualquier trabajo que tenían era fuera de cualquier norma. Su mayor labor era pasar desapercibidos, de esa forma no llamaban la atención, de esa forma podían vivir.

De esa forma el Reino de Cristal se hizo paz.

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SUI GÉNERIS (Boys Love)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora