Corrí lo mas rápido que pude, solo queria alejarme de mis amigos, no puedo dejar que se enteren, no puedo dejar que sepan la razon por la cual miku es asi.
Como raccionarian al saber que yo fui un monstruo con ella, y que la cambie como si nada?
Que pensarían? acaso... aun seriamos amigos?
No lo se pero por ahora solo quiero estar solo
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Llegue a mi casa y subi rapidamente a mi cuarto, alcance a escuchar a mi madre llamarme pero a decir verdad no queria que me viera en este estado. no aguantaria estar frenta a ella.
Entre a mi cuarto y cerre la puerta con seguro, no queria que nadie me viera en este estado tan lamentable, sabia que tarde o temprano volveria a verla, pero nunca imagine que seria yo el que saldria llorando.
Me tumbe en mi cama con unas cuantas lagrimas aun saliendo de mis ojos, queria estar solo y mantenerme alejado de este horrible momento.
por que tenia que ser de esta forma?, se que es normal que ella me tratara asi pero nunca me imagine que ella fuera quien me dijiera en mi propia cara lo que yo una vez le critique.
Nunca pensé que todo pasaría de esta forma y mucho menos llegué a imaginar que ella no sería la misma de antes, ella ya no tenia nada de lo que fue alguna vez.
Su bello cabello aquamarino y sus lindos ojos no eran los mismos, su mirada cambio de ser una totalmente alegre a una trizte y seria. Su caracter y inocencia se deaparecieron para ahora solo quedar una fria Miku.
seguía hundido en mis pensamientos que no note que mi telefono estaba vibrando, al verlo era kaiko que llevaba mas de 10 llamadas perdidas pero no tenia animo de contestar, no tenia ganas de hablar con nadie.
hasta que alguien toco mi puerta, y reconocía esas voces
Kaiko: Hermanito abre la puerta.-dijo con preocupacion
Rin: anda kaito, que te paso?
Gumi: si, por que te fuiste corriendo?
Kaito: solo váyanse, por favor chicos.
no tenia ánimos de explicar lo que hice, tenia miedo que los únicos amigos que tengo me abandonaran pero tarde oh temprano lo sabrían.
Len: no nos vamos ir, asi que sera mejor que salgas oh entraremos a la fuerza.
Kaito: No pueden, esta es mi casa.
Kaiko: de echo no es tuya, y mama nos dio permiso hermanito.
Supongo que esto es lo que pasa cuando preocupas a tu madre.
sin mas remedio abrí la puerta, con mis ojos aun llorosos y mi cabello echo un desastre, trate de limpiar mis lagrimas pero esos recuerdos volvian y hacian que me fuera mas que imposible poder resisitir mis lagrimas.
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