Nuevos Comienzos.

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Jisoo nunca creyó que su lobo interior volvería a salir de las sombras por el anhelo de estar cerca de una omega.

Jisoo ni siquiera pensó que su pequeño corazón encerrado bajo llave volvería a pedir a gritos ser liberado para volver a latir con entusiasmo por otra omega.

Jisoo no imaginó que la contratación de esa omega de cabellos castaños traería consigo cambios en su vida, no se esperó que el vínculo entre la menor y su hija se hiciera tan fuerte en menos de un año, y ojalá pudiera negarlo, pero ella también deseaba ser participe de esas risas sonoras en el otro extremo de su oficina, deseaba poder reír con Jennie entre sus brazos, bromear con su pequeña y picarle las costillas para oírle sus encantadoras carcajadas.

Sin embargo, se encontraba frente a frente con la pantalla de su computador tecleando con molestia mientras su vista de radar se fijaba con cautela en todo lo recientemente escrito en ella.

—Buenos días, unnie. —la mayor alzó la vista de la pantalla encontrándose con la radiante sonrisa de Lalisa timbrandole los ojos. —Bueno días, Lisa. ¿Qué te trae por aquí? —pregunta fijando nuevamente su vista en el monitor.

—Bueeno, —alargó sus palabras con una sonrisa pícara. —un pajarito me dijo que te vieron agarrada de la mano con la niñera en la mañana cuando recién llegaban, ¿Qué tienes que decir en tu defensa?

—Que el que te dijo eso estará despedido cuando descubra su identidad. —respondió con un leve bufido. Estos chismosos.

—Vamos amarguetas, bueno, ex-amarguetas, porque si hay algo que puedo asegurar es que ya no mantienes del mal humor, ¡Todos lo han notado! Vaya que Jennie está haciendo muy bien su trabajo.

—Tus palabras con doble sentido no me agradan.

—¿En qué momento yo me referí a eso? Si tu lo pensaste...

—Basta. —sentenció la alfa elevando su tono de voz llamando la atención de la omega en el otro extremo de la habitación. Jisoo dirigió su mirada a esta y relajó su semblante dedicándole una sonrisa que de inmediato fue recompensada con una.

—Ay el amor. —suspiró la alfa pelicorta con fingida inocencia.

—Lalisa... —llamó en tono de advertencia.

—Kim Jisoo, conmigo no intentes ocultarlo. —habló la pelicorta en un tono más serio. —Soy tu mejor amiga, lo sé todo, te conozco cómo la palma de mi mano, así que sé sincera conmigo.

Jisoo se pasó las manos por la cara y se apoyó sobre la silla suspirando en señal de rendición.

—Es una omega fantástica, carismática, linda e inteligente, ¡Lia la ama! Ella es... Perfecta. —confiesa con una sonrisa feliz.

—¿Y...?

—Mi lobo ruge por esa mujer, no puedo siquiera estar cinco minutos cerca de ella porque siento que podría pecar, anhelo poder abrazarla y sentir que su aroma me llena por completo, poder reír junto a ella cuando bromea con Lia, quiero ser parte de todo esto, ¡Y lo soy! Pero quiero que sea diferente, no como una relación de jefa y niñera, más bien como una relación entre alfa y omega, entre Jennie y Jisoo.

—Básicamente lo sabía, sólo faltaba que me lo confirmaras. —dijo la alfa viendo fijamente a la mayor. —¿Qué harás?

—Nada.

—¡¿Qué?!

—No puedo hacer nada Lisa. Es la omega que cuida a mi bebé, y-

—No. No. No y ¡No! Acabas de decir las palabras más dulces y conmovedoras, ¿Y me dices que no harás nada? Osea, ¿Kim Jisoo se quedará con los brazos cruzados cuando su corazón por fin ha vuelto a latir por alguien más?

una alfa en apuros ━ jensooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora