Capítulo 1.

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Todo empezó hace tres años, yo apenas había cumplido dieciséis, mi hermano mayor Jin había cumplido veinte, yo había empezado a ir.lo que se conoce como Bachillerato, no pasó mucho para que empezará a ser víctima de los malos tratos de las compañeras por ser la única protogen de todo el centro de estudios, evidentemente ser una chica protogen rodeada de pokes pues no pasas muy desapercibida, siempre me llamaban "cabeza de hojalata" O "Mascatarjetas", como recuerdo mi primer día de clase en bachiller...

—Vale, creo recordar que hoy miércoles había ciencias, sociales, matemáticas...

Iba buscando cada libro con su conjunta libreta para poder irlas guardando en mi mochila que también dejaba en claro que era una protogen, por el diseño metálico con varios imanes de alguno de mis ídolos como Nikola Tesla, Albert Einstein o Clara Campoamor.

—Cielo, baja que se te enfría el desayuno.

—Ya voy mamá.

Ahora llega el momento que muchos pensaban, ¿Comemos solo bytes?
No, en absoluto, comemos comida, tostadas, pastas, carnes... ¡De todo!
Baje, ya vestida con el uniforme de la escuela, algo no muy raro al ser una escuela japonesa.
Oh claro, no me acordé, nosotros vivimos en Osaka pero nosotros venimos de Montreal, Canadá, mi madre es japonesa pero mi padre es canadiense, por eso el apellido de Nagasaki y el nombre de Gaia.
Y tome asiento para poder degustar uno de mis platos favoritos, unos gofres con caramelo y helado de vainilla.
Me rugia el estómago por comerme ese manjar, por lo que no tarde nada en empezar a degustar ese dulzor de plato.

—Oh mamá, siempre sabes cómo alegrarme la mañana.

—Todo por mi niña linda.

Ella me regaló una sonrisa que me recargaba las pilas y me hacía salir enérgica a comerme el mundo, pero antes de salir me detuvo.

—Hija, ve a llamar a tu hermano, que va a llegar tarde a la universidad.

—Vooooy.

Subí las escaleras y me aproxime a su puerta para poder abrirla, lo que no me esperaba al otro lado era que estaba auto deleitándose corporalmente, algo que lo asustó tanto a él como a mi, el se cubrió con la sábana mientras que yo cerraba la puerta afuera de su cuarto.

—¡Joder Gaia, llama antes de entrar!

—L-lo siento, es que... Mamá te está esperando...

—Dile que ya bajaré, vete.

—Adiós.

Salí como una exhalación a la puerta mientras que el rubor de haberle visto las zonas vitales a mi hermano se me grababa en la memoria, algo que me daba escalofríos solo de pensarlo.

—Ahm... Mamá, dice que ya... Sale, ¡Me voy que no llego, adiós!

Y salí corriendo para clase, era afortunada de vivir en la misma calle de la escuela, por lo que apenas tarde tres minutos, realmente no llegaba tan tarde, sino que huía de verle la cara a mi hermano por simple vergüenza.
Al llegar al centro de estudios, tomaba aire y lo soltaba, armándome de valor y atravesando las puertas para entrar.
Había gente de todo tipo, Ursaring, Victribell, Lycanroc... Algo que me hacia sentir incómoda, yo siempre estuve estudiando en centros donde me reunía con gente como yo, protogen.

—Rayos... Que incómodo... Todos me miran...

Y así fue hasta que alguien se me acercó, alguien que parecía importante y que no conocía.

—Ah, tú debes de ser Gaia Nagasaki, ¿Verdad?

—Si señor.

—Permite que me presenté, Uhm... Bueno, mejor vamos a mi despacho, no te veo muy cómoda aquí.

Warning Retard!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora