17

9 1 0
                                    

Toma mi vestido y arráncalo de mi cuerpo, hagamos el amor como animales y luego tengamos una conversación como congresistas frente a mis conservadores padres.

Se siente raro tener diecisiete años, porque somos como niños jugando hacer adultos, la inocencia de la infancia y la sensualidad de la adultez fusionadas en una edad.

Solemos correr demasiado pero nunca llegábamos a ningún sitio, bailamos en el jardín de nuestra mejor amiga y luego peleamos en su habitación; y una vez más estamos perdidos en nuestros diecisiete.

En Cuerpo Y AlmaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora