Quién es un buen chico? 🐕 [Lobo!BakugoxLectora] 18+ PetKink

Trae la pelota

Narras tú

Me siento tan feliz disfrutando de una siesta bien merecida cuando noto que algo tibio roza contra mis pies.

Intento ignorarlo, pero cuando ocurre una segunda y tercera vez no me queda de otra más que entreabrir los ojos. Si, de verdad hay algo frotando contra mis tobillos! Rápidamente decido moverlos,  pero vuelve a pasar. Se siente....cálido, y húmedo. Juro que puedo escuchar a Bakugo susurrar algo y su aliento me da cosquillas.

Pero no se detiene ahí. De pronto, su lengua recorre una parte de mis dedos, provocándome escalofríos.

Acaba de lamerme los pies?! Así sin más?!

"Ba-"

"Puedes llamarme Katsuki, sabes? Qué no estabas dormida?" Responde con apatía, como si nada extraño estuviera pasando, pero sin dejar de observar mis talones. No sé qué decirle, es demasiado turbio.

"Um...podrías bajarte de mi cama?" Vuelvo a taparme el rostro con las manos instantáneamente cuando no me obedece y al contrario, se pone en cuatro para seguir olfateando ese lugar vergonzoso.

Sigue sin contestar, sólo observando interesado esta parte de mi cuerpo. Quiero moverme pero se coloca de forma pesada sobre mi, así que no puedo idear alguna escapatoria. Lo peor es que su cola esponjosa de perro se mueve de lado a lado contra mi rostro y me pica! No puedo ver exactamente lo que ocurre pero sería tonta si negara sus labios delgados, besando mis dedos con ternura como un objeto sagrado. Gruñe y vuelve a besarlos, pasando la lengua cuidadosmente por la curva de mi empeine.

"Y tú podrías dejar de verme como a un lunático?" Habla entre dientes, volteando a verme encima del hombro "solamente...te estoy examinando un poco"

Me quedo quieta como una estatua cuando vuelve a inclinarse y a lamer. La verdad es que jamás pensé que una situación así se diera pero supongo que lo único que queda es dejarlo pasar; por mi propio bien. Intento escapar pensando en cualquier cosa, pero la sensación de su boca ahora posándose en diferentes partes de mis piernas lo hace imposible. Se detiene y murmura algo para si mismo.

"Maldición, tienes un aroma... Que me hace querer besarte...un poco más"

Empiezo a cuestionarme el hecho de estar en casa en shorts. De verdad no me los puse por coquetearle, sólo estoy acostumbrada a usarlos y-

"Ah?!" Salto cuando hunde su rostro en mi trasero, inhalando profundamente. Lo siento, esto es demasiado!

"Es en serio. Quítate!" Ahora soy yo la que le gruño, con la cara enrojecida.

Para mi sorpresa el rubio obedece y se retira. Estaba esperando que me gritara, pero al verlo encuentro que él también está muy apenado. Hay un fulgor extraño en sus ojos y jadea, tragando saliva.

"Y- ya te dije que me dejaras de ver como un lunático" su voz está temblorosa "Es que...ugh. No sé qué estoy haciendo, está mañana pasó algo similar cuando estaba desayunando en mi dormitorio, es como si mis articulaciones estuvieran rígidas"

Puedo ver claramente cómo el pelaje que ha crecido en su nuca se eriza.

"Tal vez deberíamos llamar a un doctor-"

"No! No te atrevas!"

Alejo mi celular cuando intenta quitarmelo.

"Ya, quieto!" Exclamo sin pensar que ambos quedaríamos atónitos cuando el rubio fornido se detiene y automáticamente se coloca en cuatro.

"Qué mierda?!"

"Oh. Uhm...bueno, puedes levantarte supongo"

Katsuki se levanta y su expresión de ira me aterra. Va a echarme de la ventana en esta ocasión, estoy segura!

"Eso fue extraño. Qué bueno que no te dije algo como rueda y hazte el muerto- Oh Dios!"

Una vez más, Bakugo simplemente vuelve a ponerse en cuatro y rueda sobre si mismo en el piso. Si las miradas mataran estaría enterrada, tres metros bajo tierra.

"Estás actuando?"

"*Estás actuando?* Cómo voy a estar actuando, tonta! Ves como si tienes algo que ver en esto? Maldita bruja!"

De verdad se ha convertido en...bueno, lo que sea. Es algo que va más allá de cualquier fantasía! Hacerlo portarse como un cachorrito obediente es un poder que nunca creí tener. Debería de aprovecharme de la situación?

"Bakugo Katsuki!"

Le llamo y sus orejas se mueven, captando el sonido de mi voz.Esto definitivamente es real.

"Yo...um. Eso que hiciste estuvo mal. No puedes oler a las personas así  como así"

"Ya lo sé, boba. Sigo siendo un humano, no tengo cerebro de perro!"

Tiemblo de nervios sin darle la espalda mientras abro uno de los cajones de mi armario, alcanzando una pelota de tenis que estaba guardada.Mi sentido común me urge no hacerlo enojar más de la cuenta.

Pero nunca me perdonaría si dejo escapar la oportunidad. Lanzo el objeto sin esfuerzo al piso, este da un par de rebotes y termina atrapado cerca de mi escritorio.

Los ojos carmesí del rubio lo siguen con deseo. Puedo ver como los músculos de su cuello se tensan, poniendo especial esmero en ignorar la necesidad de levantarlo.

"Y bien?"

"Bien qué?"

"Ve por ella".

....Continuará.