Maldita nerd! Nunca debí de aceptar acompañarte a pedir dulces ese día... cuándo vas a quitarme este estúpido hechizo de encima?
Aunque a decir verdad no me molestaría jugar un poco más contigo. Puedo ser una mascota obediente...a veces, si estás di...
Los ojos de mi ahora novio, de color rojo profundo tienen una expresión inusualmente serena mientras comienza a quitarse la playera, tirándola al piso. Me alegra que hayamos llegado a un acuerdo sobre ese tema. La incertidumbre me estaba quemando.
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Pero no tanto como sus labios, que se acercan a los míos en la oscuridad del cuarto mientras me sujeta hacia él, tomándome firme de la cintura. Eres bastante tosco, no es como si quisiera escapar, sabes?
Toma toda mi fuerza de voluntad no estropear el momento diciendo algo estúpido como lo increíble que es no tener alergias a los perros. Bakugo, tienes que saber que al ingresar a la universidad me invitaron a una fiesta en donde besé a un chico. Era mi primera vez fuera del estricto control de mis padres y me excedí un poco con el alcohol. Estoy segura de que pasó algo más...pero honestamente no lo recuerdo.
Fue una mala experiencia. Me enseñó que hay que tener cuidado con ciertas cosas, incluso ahora. Esto es real? O sólo tendrás relaciones conmigo para irte por la mañana?
"Qué bueno que no eres alérgica a los perros, eh, nerd?" Susurra divertido. Almenos me ha ahorrado decir algo tan vergonzoso.
Finalmente nuestros labios se juntan después de vacilar un poco y puedo confirmar que, a pesar de su carácter defensivo, es tan tibio. Cierro los ojos, dejándome llevar mientras abro un poco y tímidamente nuestras lenguas comienzan a explorarse. Intentamos ser cuidadosos ya que un par de veces mi lengua roza peligrosamente contra sus colmillos. Tras un momento incómodo de pruebas y fallas en las que tenemos que ladear la cabeza para encontrar una posición adecuada el beso no tarda en hacerse más y más profundo hasta que llega un momento en que necesitamos retirarnos para no morir de asfixia.
Lo escucho jadear a oscuras, limpiándose la saliva con el dorso de la mano antes de empujarme bruscamente contra la pared en dirección a ella y comenzar a desvestirme.
"C-cuidado con la ropa" es lo único que alcanzo a balbucear mirando por encima del hombro mientras de forma agresiva arranca mis shorts y ropa interior de un movimiento para después tirar de la playera y sostén que estoy usando, sin molestarse en desabrocharlo de forma correcta. Me encuentro desnuda en un abrir y cerrar de ojos. Su respiración se vuelve agitada y chasquea la lengua mientras vuelve a relamerse.
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"Esto es a lo que me refiero" gruñe, abalanzándose sobre mi cuello para respirar sobre la piel, inhalando profundamente. Mientras su cuerpo igualmente desnudo rosa con el mío, poniendo especial esmero en olfatear cada parte de mi ser, me es posible detectar un olor que proviene de su físico. Un poco como a sudor, pero no de forma desagradable. Es molesto no poder contemplarlo del todo, pero la placentera fricción del pelaje contra mí es suficiente de momento.
Me corvo de placer cuando los mordiscos se unen al juego, aterrizando sobre la nuca y parte de mi espalda.No sé si es instintivo, pero aprieto mis muslos, intentando en vano esconder el aroma de mi sexo. Una húmedad inusualmente densa se ha apoderado de mi intimidad. Es normal sentirme tan excitada?
"Katsu...Ahh!"
Mi cuerpo se arquea cuando desciende de forma pausada, poniéndose de cuclillas detrás de mí, ansioso de explotar esta área normalmente fuera del alcance o vista. Lanzo un pequeño gemido cuando presiona su rostro contra mis glúteos, dedicándose a olisquear más allá.
Una primera lamida sobre mis genitales me hace perder el control y ya no puedo ocultar lo mojada que me encuentro. Apoyo mis manos contra la pared para inclinarme un poco y así facilitarle la tarea de lamerme y oler. Su lengua, que parece más áspera y larga que la de una persona normal resbala sin aviso por los pliegues de mi intimidad sin hacer distinción, desde el borde de mi ano hasta la resbalosa entrada de mi vagina y el clítoris bien erecto.
Gruñe con placer mientras saborea este lugar que es tan vergonzoso. No quiero que se detenga, pero me siento tímida al escuchar los ruidos húmedos que provoca con su saliva y mi propia lubricación mientras continúa firme en su anhelo de lamiscar cada pliegue, saboreando cada pequeño detalle.
Sollozo y aprieto mis muslos, intentando detenerlo. Lame con tanta ansiedad y firmeza que si esto sigue podría orinarme! Es difícil controlarme cuando la punta de su lengua decide internarse en mi vagina. Esto resulta demasiado para mí e intento escapar pero me tiene bien sujeta de la cadera. Después de un par de breves lamidas amorosas de menor intensidad mis nervios se disipan y opto por relajarme.
El borde áspero de su lengua logra adentrarse unos pocos centímetros. Es extraño, pero como no me resisto en esta ocasión retira sus manos de la cadera. Creo que sé a dónde va esto. Un pequeño grito deja mi garganta cuando el rubio retira su larga lengua de mi sexo y los dedos se unen al juego, jugueteando con mi entrada bien lubricada.
"Está sucio en esa parte" salto al encontrar su boca un nuevo lugar para explorar a detalle, haciendo énfasis en mi puerta trasera. Por supuesto que no lo detiene mi preocupación por la higiene: de igual forma continúa lamiendo y haciendo movimientos de succión sobre esta parte hasta que mi propia respiración me delata y provoca que se detenga.
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"Oye nerd, no te vayas a venir antes de tiempo" resopla. Menos mal que ha hecho una pausa. Estaba casi al punto de no retorno.
Trago saliva y apenas he tenido tiempo de tranquilizarme cuando se ha puesto de pie nuevamente. No soy tonta, sé que eso tibio y resbaloso que ha rozado contra mis partes bajas es su erección.
Una vez más intento verlo, volteando por encima del hombro, pero él me aprisiona contra la pared evitando que me mueva. Separo las piernas y vuelvo a inclinarme un poco más, presentando mi cuerpo, deseoso de recibirle.
"Solamente ve despacio" alcanzo a ordenarle y él obedece, sujetándome con firmeza de los glúteos para separarlos y ver mejor el momento de penetrarme al alinearse conmigo. Sigue de pie,.pero también le es necesario inclinarse un poco para poder comenzar a llenarme.