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 ~De vuelta en Savanaclaw~

- Estas listo?

- Sí! Solo falta enviar el mensaje por el grupo del dormitorio y ya estaría!

- Perfecto! Por si acaso, te dejado notas junto a la mesa de mezclas con el uso de cada botón y posibles playlists por si Lyon se lía o nos abandona.

- Yes ma'am!

- Pues vamos, esta fiesta en la piscina no se va a dar sola!

- Espera!

- Qué ocurre?

- Falta... algo.

- Qué? El qué? Las copas están preparadas, las toallas, hamacas y tumbonas listas, la piscina está limpia, la decoración está perfecta, las botellas están es sus lejas, los vasos están limpios, tenemos hielo, el equipo de música y altavoces están conectados, la red de voleibol esta perfectamente tensa, el cartel de "prohibido la entrada sin ropa" está en la puerta... Que va, está todo lo de la lista.

- No hablo de eso!

- Entonces? A qué te refieres?

- Faltamos nosotros! Qué es una fiesta en la piscina... sin bañadores?

- Puede que tu tengas alguno en tu habitación pero yo no.

- Ahí es donde te equivocas amiga mía – aparece una bolsa en su mano – sí que tienes uno.

- ... Pero qué?

- Venga cógela y ve a cambiarte a la caseta de allá, yo iré a por el mío. Te espero junto al quiosco!


Tras ponerme la bolsa en las manos y mirar dentro me llevé una gran sorpresa, ahí había un bikini negro... bastante pequeño, junto a un pareo amarillo con estampado tribal amarillo, verde, rojo y azul, unas sandalias con algo de tacón y algunos accesorios tipo, pulseras, pendientes y collar... curiosamente todo a juego. Todo había que decirlo, me quedaba brutal. En el cabello no me hice gran cosa, solo me recogí una parte detrás de la oreja con algunos ganchos para que no se soltara.

Fuera, Bucchi, ya cambiado, le estaba gritando a Lyon que se pusiera por lo menos un bañador, aunque fuera uno pequeño tipo tanga, pero que por favor no se paseara por el sitio con su amigo al aire. En lo que éste se iba a regañadientes, me acerqué a mi compañero ya derrotado para preguntarle dónde dejaba mi ropa y en lugar de responderme, solo se me quedó mirando fijamente de arriba a abajo mientras daba lentas vueltas a mi alrededor.


- Ehm... todo bien?

- Mmh...

- Hola?

- LO SABÍA!!

- Huh?!

- Tengo muy buen ojo y solo con verte un par de veces pude adivinar tus medidas y número de calzado.

- ... Ya decía yo que todo se me ajustaba demasiado bien.

- aplaudiendo – Ya! Suficiente chachara! Venga, al quiosco que tenemos una fiesta que dar!

- Lo haré en cuánto avises a los chicos!

- Es que ya lo he hecho! Así que a correr que la estampida está por llegar!

- Que QUÉ?!


Con Leona

Fantasía en un mundo de pesadillasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora