Entre nuevamente en la enfermería y me acerque ha la pelirroja, tome su mano mientras me arrodillaba frente ha la camilla. Aún dormida se veía preciosa ante mis ojos.
—No dejare que nadie vuelva ha poner en peligro tu vida y la de nuestro bebé —bese sus nudillos.
Ella se removió entre la camilla antes de abrir suavemente los ojos adaptándose ha la luz. Llevo su mano y quito el respirador artificial de su boca y nariz, bajo su mirada hacia mi.
—Hola —susurro regalándome una sonrisa.
—Hola, bonita —me paré y deje un beso en su frente.
—Me duele un poco la cabeza —llevo su mano hacia atrás tocando la gasa que cubría la sutura.
—Algo te mordió y te dejo un herida profunda —comenté tomando sus dos manos.
—¿Está todo bien? Estas un poco pálido —soltó mi mano y la llevo a mi rostro.
Apoye mi mejilla contra su mano disfrutando de sus caricias, la palma de su mano estaba un poco helada pero aún así sus caricias eran agradables.
—Vamos ha ser padres —murmure con una sonrisa.
—¿Qué? —ella me observó sorprendida.
—Tienes un mes y medio —lleve mi mano ha su abdomen aunque sabía perfectamente que aún no sentiría nada.
Una sonrisa grande creció en su rostro mientras ponía su mano junto ha la mía, sus ojos se llenaron poco a poco de lágrimas, dándome la impresión de que ella también estaba emocionada y feliz.
—Tendremos un bebé —murmuro aún sin creérselo.
—Te amo —acerque un poco mi rostro al suyo rozando nuestras narices.
—Te amo —ella unió suavemente nuestros labios.
—Que bonito —murmuro Lori tras nosotros haciendo que Margot diera un pequeño brinco en su lugar.
—Pensé que no estabas —la observe sobre el hombro.
—Soy silenciosa —se encogió de hombros—, yo seré la tía favorita del bebé.
Sonrió mientras se acercaba a nosotros, Margot rio mientras la miraba. Esta era mi pequeña familia, mi prometida, mi futuro hijo o hija y Lori.
