Capítulo 1

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Eran las 5 de la tarde y Margarita por fin había salido de las clases de repostería, estaba aprendiendo la técnica de los cakepops y los cupcakes, así que cuando subió al bus articulado (bus de tres vagones) con todas las cajitas de postres parecía una vendedora, se sentó con mucho desgano en las sillas y acomodo sus audífonos como de costumbre esperando que ningún anciano se subiera y tuviese qué cederle el puesto.

Mierda, eso fue mucha mantequilla, ¿por que lo rico es tan insano?, estos cupcakes son más grasa qué harina - pensaba margarita mientras decidía a cual de todos los dulces darle una mordida primero -

como casi siempre se quedó dormida en el bus todo el trayecto hasta la última estación y al llegar corrió rápidamente para subirse al bus que la llevaría a casa, usualmente podía tomar dos buses, el líbano o el virrey ya qué ambos barrios estaban pegados y podía irse caminando desde cualquiera de las dos paradas. .

llego a casa y subió a su apartamento, vivía en una casa de cuatro pisos, cada uno con un apartamento, ella y su familia vivían en el tercero y los demás estaban rentados, este estaba compuesto de tres grandes habitaciones, la sala comedor, una cocina integral negra preciosa y un baño, la habitación de margarita era la última la cual tenía una ventana que daba a la calle.

- Hola estoy de regreso

- Margarita querida ¿Cómo estuvo tu día? tienes unas ojeras horribles, caramba esta mañana no te veías tan mal.

- Lo se Mamá, es solo que he estado pasando unas noches terribles, no he dormido bien y he tenido sueños extraños.

- ¿Sueños extraños?

pregunta Agatha como si no supiera que su hija desde los 5 años tiene pesadillas nocturnas terribles y no cesaron hasta que cumplio los 20 años, ahora las pesadillas eran menos frecuentes pero no habían desaparecido por completo

- Si, no recuerdo de qué trataban - mentí, no me apetecía darle explicaciones a Mamá sobre algo que no entendía en lo absoluto- bueno mira esto es lo que prepare hoy, tu y mi hermano deberían probarlo, me quedaron riquisimos -exceptuando claro toda la grasa de la buttercream-

Mire como mamá los probaba, vi en su cara que estaban buenos pero claro no podía faltar su comentario fatídico.

- Están riquísimos cariño, pero... no abras comido demasiados verdad, recuerda cuanto te costó bajar de peso, no puedes volver a engordar.

Le dijo agatha a margarita, como si está no se pasará horas corriendo y haciendo ejercicio en casa, dado que durante los últimos tres años después de una ruptura sentimental había subido tremendamente de peso y la ropa ya no le quedaba, su madre estaba preocupada de que regalara la ropa y se quedará con ese peso, asi que la presiono tanto como pudo, pero Margarita ya había vuelto a ser la misma chica menuda de siempre.

- Claro que no mamá, no he comido ni uno solo, espero que lo disfrutes iré a descansar un rato avísame cuando llegue Renato.

- Claro cariño ve y descansa

Me meti a mi habitación, el día había sido muy largo y el dia anterior me la pase pensando todo el tiempo en ese sueño, otra vez ese sueño de ese chico que no conocía pero siempre despertaba con un dolor amargo en mi corazón por eso tampoco había dormido, abrí las ventanas y me recoste sobre la cama esperando que el aire fresco me relajara.

Margarita se quedó dormida, su madre llamó a su puerta para avisarle que su hermano había llegado sin embargo fue en vano ya que no se despertó y tampoco pudo entrar a la habitación porque Margarita odiaba que Agatha entrará invadiendo su privacidad así que le ponía llave a la puerta, pasaron las horas y dieron la una de la madrugada, margarita se despertó por el ruido de los truenos y la lluvia mojando su cara.

- mierda, me quedé dormida demasiado tiempo, olvide poner una alarma, ahora tendré que desvelarme haciendo las tareas, genial.

Margarita acomodo su cama, entrecerró las ventanas para que la lluvia no mojara todo, se puso una pijama y alistó su portátil sobre la cama, lo conecto al proyector y empezó a ver vídeos mientras redactaba unas recetas de pan, los relámpagos empezaron a ser más fuertes tanto que en un instante todo el cielo se iluminó como si se tratase del amanecer, emocionada margarita se asomo a la ventana.

- esta noche voy a dormir de maravilla no hay nada que me arrulle más que el sonido de la lluvia - dije mientras abría la ventana, y me acomodaba en el marco a escuchar la lluvia y sentir la brisa, tenía la costumbre de hablar

sola y era un hábito que no pensaba dejar, puse un poco de música suave y empecé a cantar-

- Me debes un verano de muros derribados

De no pensar en verte porque viajas a mi lado

De sexo hedonista en vagones apartados

De noches viendo cine japonés subtitulado

Mi canto se vio interrumpido cuando en la acera de enfrente vi pasar a un chico caminando de los más tranquilo, con unos audífonos purpuras oscuros bastante lindos, estaba todo vestido de negro y por un momento se quedo debajo del árbol que queda enfrente de mi casa, yo vivía en una avenida principal y al frente había un parque, llovía a cantaros, así que me sorprendió verlo caminar tan tranquilo y tan empapado.

- se va a resfriar de seguro - me quedé un rato mirando, creo que estaba cantando, su boca se movía de una forma rápida como si hablara con alguien, me sorprendí cuando de repente se quedó mirando a mi ventana y puedo jurar que lo escuche decir "te encontré" de no ser porque un rayo cayó muy cerca del parque y me quede encantada viéndolo, estaría segura de que dijo eso, cuando observe de nuevo el árbol el chico se había esfumado.-

- Te encontré, por fin te encontré.

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⏰ Última actualización: Nov 23, 2023 ⏰

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