¿black jimin? ➼ kookmin

01 - the look

Heavenly bound
Because heaven's got a number
When she's spinning me around
Kissing is a color
Her loving is a wild dog
She's got the look

Definitivamente el calor estaba entrando en su máximo apogeo en Davis-California, la sensación del verano entraba de imprevisto en toda la habitación sin contar que el castaño despertó sudando por el bochorno, como otra mañana se hubiera despertado con energía, dado un baño y salir a correr 5 kilómetros antes de desayunar algo, sin embrago hoy no era el dia.

Al abrir los ojos por la luz que se filtraba de las grises cortinas de la ventana el recuerdo de hace unos días fue como aquel golpe en el estómago que recibió de cierto (pequeño y lindo) individuo de bonitas mejillas, fuerte y rápido, sintió un hueco en su estómago y un sentimiento de tristeza baño su rostro.

No quería empezar el dia.

Si lo hacía iba a tener que enfrentar la tristeza y amargura del rechazo sin poder haber tenido una oportunidad si quiera de intentar algo, se sentía gris (el cielo de hoy no ayudaba), aunque se moría del calor muy en su mente se reusaba a levantarse. Quería pensar que había hecho mal, sabía que el pelinegro era alguien muy reservado y era sabido que sería muy difícil de acercarse al pelinegro sin ser ignorado o insultado, pero quería creer que talvez tenía cosas que hacer y por eso no le había contestado, y sobre el golpe sabia que talvez no debió acercarse de esa manera tan abrupta, pudo haberlo asustado y estaba convencido de que no le gustaba el contacto físico.

Ese era un pequeño defecto en Jungkook, era muy físicamente sociable, no podia evitarlo, abrazaba a todos los amigos y conocidos de la universidad que podia, era algo natural en él, sin embargo, ahora sabía que existía alguien a quien no le gusto para nada esa interacción y supo reconocer que talvez se tenía que esperar ese golpe.

Habían pasado unos días de su (intento) confesión y el golpe ya no estaba, podia con un golpe como ese definitivamente, las prácticas de futbol eran mucho más fuertes y rigurosas así que estaba acostumbrado a los golpes y demás, no estaba el hematoma o dolor, pero emocionalmente si le seguía doliendo.

La cerradura de su habitación empezó a sonar y sabía perfectamente quien era al otro lado, pasos sigilosos entraron a su cuarto hasta acercarse a su cama, ella tan puntual como siempre.

— ¡¡¡¡JK DESPIERTA!!!! —.

Que suerte de que antes de que Somi gritara el castaño cubrió sus orejas con sus manos antes de tiempo, conociendo muy bien cómo reaccionaba su hermana cada bendita mañana exactamente entre las 7:30 y 7:50, está seguro de que ella piensa que necesita ser más ruidosa de lo normal para poder despertarlo, a veces quisiera estrangularla, pero luego recuerda que solo ella es capaz de guardar secretos como pedir comida a escondidas de sus padres, típico de hermanos.

Cerrando los ojos con fuerza y paciencia el castaño se gira para mirar a su hermana con seriedad, definitivamente no está con ganas de hacer algo hoy.

— ¿Ahora que quieres, Somi?—.

— Mamá salió temprano para el hospital y no volverá hasta mañana en la tarde así que tienes que hacerme el desayuno, tengo un examen en una hora—. se cruzó de brazos frunciendo su ceño.

El castaño giro en su cama y aplanto su rostro contra la almohada.

— Ya estas muy grande, háztelo tu solita—. su voz siendo amortiguada por la almohada, pero un jalón a la sabana lo hizo voltear con enojo.

— Hablo enserio, no querrás que queme la cocina como la otra vez —. soltó una sonrisa de triunfo viendo a su hermano suspirar y levantarse con flojera.