Capítulo 5

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El camarero traía un jugo de naranja con galletas con chispas de chocolate y café, ¡justo lo que pedimos!, y me acomodé para recibirlo.

-¡Hola!, les traje lo que pidieron, espero que les guste- dijo el camarero.

-Siempre me gusta tu café- respondió Alex.

-Lo decía más por Javier, pero gracias.

-De nada.

Nos entregó nuestros platos, y arranqué a comer enseguida, tenía mucha hambre. Por un momento observé cómo Alex tomaba su café, les juro que lo tomaba como si fuera agua, y me sorprendió.

-Alex, ¿puedo probar tu café?- pregunté, sin haber tomado café en toda mi vida.

-Sí, claro, tomá- respondió,  pasándome la taza de café.

-¡Gracias!- agradecí, luego procediendo a tomar un sorbo.

Escupí todo y empecé a toser, y casi vomito.

-Qué dramático- Insultó Alex.

-¡Sabe horrible!, ¡horrible!, ¡horrible!- Grité, cuando luego tomé mi jugo para que se vaya el sabor a amargo.

-Maldito novato- se quejó Alex -Es obvio que la primera vez que probás café sabe horrible, va a ser así hasta que te olvides que es café o hasta que te acostumbres a lo amargo, como las cosas picantes.

-Creo que nunca me voy a acostumbrar.

-Eso es lo que dicen todos al inicio, pero luego te volvés muy adicto, no podés vivir bien sin él.

-¡Entonces jamás tomaré café en mi vida!

-Creeme, en algún punto lo necesitarás.

-¡No!

-Está bien, pensá lo que quieras.

Seguí comiendo mi comida normalmente, pasó el día y lo terminé bien.

Pasó un mes, y ya había dado el tema del ojo, lo sabía por completo, y ahora tenía que dar sobre la nariz. Dimos sobre el hueso nasal, giba dorsal, cartílago del tabique nasal, cartílago nasal lateral, cartílago alar mayor y tejido fibroadiposo alar, y la otra mitad del mes dimos lo que estaba adentro de la nariz. Ahora entendía cómo es el sentido del olfato, son papilas gustativas que saborean partículas, o sea que si hay olor a hamburguesa, es porque las partículas de la hamburguesa viajan en el aire y llegan a tu nariz.

Recuerdo una vez a los siete años, que tuve una aventura de piratas con Daniel, Renzo y Harry, y me caí de un árbol que parecía un bote pirata, y me golpeé la nariz, y me empezó a sangrar, y se me hinchó el área y la nariz se me deformó por el golpe.

-¡Ja!, tu nariz parece un gusanito con esa forma- se burló Harry, mientras Renzo vomitaba, Daniel se reía y yo lloraba del dolor.

Mi mamá nos vio de lejos, y fue volando a verme.

-¡Por dios, Jam!, ¿estás bien?- preguntó mi mamá, mientras la mayoría se reía, pero Renzo vino hacia mí e intentó abrazarme.

-No sé, mamá, no respiro normal.

-¡Tenés la nariz torcida, hay que llevarte a la emergencia!

-¡Mami, me duele mucho!

-Mimi, mi dili michi- imitó Harry, groseramente, haciendo que Daniel se ría como loco.

-Cállense la boca, su amigo está lastimado, mínimo respeto, por favor- dijo mi madre, con furia.

-Lo sentimos, señorita Derrenes.

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⏰ Última actualización: Apr 15 ⏰

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El traidorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora