-Hola, soy Javier Derrenes, un gusto conocerlos a todos- me presenté -Tengo doce años, no tengo ninguna habilidad primaria, voy a trabajar acá como traidor de los héroes, y eso sería todo, gracias por recibirme.
-¡Él es el hermano de Nicolás!- gritó alguien del público.
-¡Hola, cuñado!- gritó una chica, que estaba sentada al lado de Nicolás, y que no había notado.
-¡Damila, habíamos planeado decirle de esto después!- se quejó Nicolás, poniendo su mano en la cara.
Todos empezaron a hacer barullo, hablando sobre mí y mi hermano. No sabía cómo reaccionar, pero dejé el micrófono, me bajé del escenario, y me senté en mi lugar.
-Lo hiciste muy bien, Jam- me felicitó Nicolás, usando mi apodo familiar.
-Muchas gracias, Nico- respondí, sonriendo -Sólo me presenté, pero gracias.
Vi de costado a mi cuñada, Damila. Tiene pelo color verde oscuro, ojos negros, piel morena y bien cuidada, y un labial rojo bordó . La forma de su cara me hace acordar a Daniel... mi bully de la infancia, por si ya se olvidaron.
-Un gusto en conocerte, Javier, soy Damila, la esposa de Nicolás.
-Nico, ¿¡tenés esposa, ya!?
-Y sí, veintiocho pirulos, y no iba a llegar a esa edad sin casarme con el amor de mi vida.
Mientras Nicolás decía eso, Damila se recostó en su hombro.
-Bueno, estoy muy feliz por ustedes, espero que sólo la muerte los separe- dije, amablemente, y con una sonrisa de orgullo por mi hermano.
-Oigan, ¿quieren unas empanadas?- invitó Sarah, con una bandeja en sus pequeñas manos, y una sonrisa en su cara adorable y santa.
-Bueno, dale, ¡muchas gracias!- respondí, mientras agarraba una -¿De qué son?- pregunté.
-Son de jamón y queso, ¿te gustan?
-¡Sí, gracias!
-De nada, espero que estén ricas.
Nicolás, Damila y Alex también agarraron empanadas, y empezamos a comer.
-¿Y ustedes ya tienen un plan?- preguntó Nicolás.
Damila se asomó, mostrando interés.
-De hecho, sí, pero no sabemos dónde aplicarlo- respondió Alex.
-Creo que deberíamos fijarnos en algún mapa, y obtener información de escuelas de héroes- Propuse.
-Sí, eso sería lo básico- Respondió Nicolás.
Pasó la hora de cenar, y Alex y yo fuimos a nuestra habitación.
-Bueno, mañana empezaremos nuestro plan- me recordó Alex.
-¿Y cuándo será el entrenamiento?
-Eso es dentro de tres días- aclaró -Los tres días son para pensar un plan perfecto para lo que vas a hacer.
-¿Pero nosotros ya tenemos un plan, no?
-Bueno, sí, pero no sabemos dónde aplicarlo.
-De acuerdo.
Miro la hora, y son las doce de la noche con veintitrés minutos.
-Es bastante tarde, deberíamos dormir- dije, mostrándole la hora a Alex.
-No, gracias- respondió Alex, sin ánimos.
-¿¡Qué!?
-Lo que dije.
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El traidor
Ficción históricaUn poco basado en My Hero Academia En un mundo donde las personas tienen superpoderes, Javier nace sin uno, y su deseo siempre fue ser un superhéroe como su ídolo, quien oculta una desagradable personalidad. El problema era que sin dones, él no podí...