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Al día siguiente me encontraba en mi habitación curando las heridas de Spreen, estaba moreteado y con unos arañazos por su cara y brazos. Él solo observaba casa movimiento que hacía, tenía una cara de fastidiado y a veces gemía del dolor cuando sus heridas tenían contacto con el alcohol.

Después de desinfectar su última herida y vendarlo, me paré, guarde mi pequeño botiquín en mi inventario y me retiré de la habitación. Yo estaba molesto ahora.

-¿A donde vas?

-A curar a Cellbit Y antes que digas una pendejada- lo miré serio- ÉL es MI amigo y tengo todo el derecho de ayudarlo también

Me iba a responder pero salí de la casa y comenzó mi destino. Hace poco hiso su casa pero no lo fui a ver, me pasó unas coordenada y no es que estaba tan lejos. Caminé por el bosque hasta que me topé con un gran castillo y las coordenada apuntaba para... ¡¿El castillo era su "casa"?!

Llegué a la entrada y no sabía que decir, me puse a pensar y luego llamé a la puerta. Esperé unos segundos y Cellbit me abrió. Seguía con sus heridas el pendejo.

-Roier- me saludó con una sonrisa

Pasé a su sala y me ofreció algo pero yo solo me puse al frente de él, saqué y botiquín y lo empecé a curar. Él también solo se quedó observando mis movimiento.

La verdad que era estresando curar heridas de gatos y osos, que loco-

-Ya esta- hablé- Ahora no hagas mucho esfuerzo

-¿Solo viniste para curarme, en serio?- me preguntó indignado

-Por eso decía que ya me iba- di media vuelta dirigiéndome a la salida pero él me tomó mi brazo jalándome cerca suyo- ¡Espera! Perdón, gracias, en serio- me abrazó apoyando su cabeza en mi hombro izquierdo

Yo estaba tieso y creo que también un poco caliente. 

-N-No pasa nada

-¿Te dijo algo Spreen después?- ahora preguntó un poco fastidiado- Podre que  ese filho da puta te vuelva a gritar porque sino yo lo-

-No pasó nada- respondí rápido- No quiero que peleen... mas bien ya me tengo que ir. Después nos encontramos después de todo- salí de inmediato 

La verdad que en ese momento quería estar solo, pero a la vez quería hablar con alguien importante para mi también.

Estaba afuera ahora de otro castillo, entré de lo mas normal y me encontré a Leonarda saludándome y a Vegetta acercándose a mí para darme un gran abrazo. El español era mi figura paterna después de que lo conocí mejor por su hijo. Es muy atento, me da consejos y tiene MUCHA paciencia.

-¿Que tal, Roier?

-Mas o menos, ¿y tú?

-Bien bien, ven siéntate. ¿Y que pasó contigo chaval?

-Es sobre Spreen... Ayer estaba caminando hasta que recibí un mensaje de una amiga cercana que Spreen estaba en la Casualonas, lo empecé a buscar pero no lo encontré así que me fui a mi casa y Cellbit me visitó. Luego Spreen llegó pero estaba borracho, empezó a gritar y se peleó con él... estoy cansado jefe~

-Hay chico, si que tienes una gran paciencia tú también- me dijo para reírse- Aún no me a confesado que le ha pasado pero bueno, siento que no puedo hacer mucho

De repente nos llegó un mensaje en el grupo de todos lo integrantes, era de Cucurucho que decía que nos teníamos que reunir en la plaza. Me telas porté con Vege al checkpoint mas cercano y de ahí caminamos y hablamos de otros temas. 

Unos cinco minutos mas todos llegaron, lo único que pude ver fue a Cellbiy  y Spreen dándose miradas asesinas que mejor no tomé mucha atención. Pero algo que me llamaba la atención era que Cucurucho no había llegado.

-Que pendejo- susurré pero luego sentí una cabeza apoyarse en mi hombro derecho 

-Hola, hahah- grité del susto llamando la atención de los demás y por reacción le di un madrazo- Auch, ¿te asusté? Hahaha

-Pinche Cucu, no asustes pendejo- me quejé pero al darme cuenta que la mayoría me estaba viendo me dio un chingo de vergüenza y me volteé a ver a otro lado

Cucurucho se paró en un lugar un poco mas alto y empezó a dar unas indicaciones cuales no escuche bien pero entendía algo- Se tendrán que dividir en grupo de tres, cada grupo tendrá que recolectar lo que les voy a dar en un papel, les daré tres día hasta el anochecer, los quiero ver a todos aquí mismo

Yo solo me quedé mirándolo pero luego lo perdí de vista, es algo típico de él. Mis hermanos ya estaban como grupo y me jalaron a mi también.

Salidos en la mañana del siguiente día y empezamos a explorar por zonas que ni Missa conocía, en la lista había carbón, carne de res, semillas de zanahoria y mucha lana. Y como extra eran cinco diamantes pero. No.

Lo mas rápido que conseguimos fue la carne y un poco de carbón. Ya estaba anocheciendo en nuestro primer día y mejor hicimos un refugio lo mas antes posible.

-Ahg, ya terminamos- habló Quackity sentándose- ¿Y que cuentas chicos?

-Nada, todo bien la verdad- sonrió Missa como siempre

-Una mierda- respondí para acostarme en el piso dándoles la espalada, no quería hablar

-¿Que pasa carnal? 

-Roier, sabes que si pasó algo puedes contar con nosotros- ahora habló Missa- Vamos Roier

-Solo ando estresado, no es nada. Voy a dormir temprano, hasta mañana

.

.

.

Segundo día me desperté temprano, mis queridos hermanitos seguían durmiendo. Me paré y salí para ver que mas  nos faltaba.

-0/64 de semillas de zanahoria 

-2/8 de carne de res

-29/64 de carbón

-0/86 de lana

Empecé a buscar una cuerva cerca del refugio y me metí para buscar el carbón. Primero recolecta lo que estaba cerca a la salida y luego entré mas a la cueva encontrándome a mods, mierda como los odio.

Luchaba y picaba cada rato, creo que llevaba dos horas dentro de la cueva y solo me faltaban dos. Encontré tres mas y festeje en silencio pero al voltearme, había un creeper.

-CHINGA TU MA-

Al final salí de la cueva, parte de mi cara se quemó, exactamente cerca de mi oreja izquierda estaba todo quemado, mis brazos estaban algo heridos pero no me importó.

Encontré a mis hermanos llegando de hacer algunas cosas, una bolsa grande con las semillas y otra bolsa con lana, aunque creo que ni era el cuarto que teníamos que llevar. Los saludé y al verme tiraron sus cosas y se acercaron a mí rápidamente.

-Dios mío Roier- dijo Quackity- ¿Dónde mierda estabas y que te pasó?

-Estaba en una cueva, ya conseguí el carbón- sonreí- Estoy bien, ahora solo falta la lana y la carne

Missa me llevó adentro del refugio mientras que Quackity se fue por las demás cosas- Por los Dioses Roier- susurró mi pequeño hermano- Tienes que tener mas cuidado, no quiero que te hagas daño

-Estoy bien Missa, no es nada y gracias por curarme

Él solo se quedó mirándome para abrazarme, el abrazó era fuerte y se notaba que no me quería soltar. Mierda. Ahora me sentí mal.


~Mi guapito~ (cancelada por ahora)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora