Akira es una adolescente de 17 años tenía problemas de conducta. Lo qué no sabía era qué ciertos animales la acompañarían en su vida. Con secretos ocultos qué irá descubriendo a lo largo de todo su tiempo con estos animales.
Akira siguió caminando por el bosque para llegar a la salida junto al conejo en sus brazos. Después de un rato caminando salió del Bosque llegando 25 minutos al pueblo. Akira llevo al conejo a una gran casa de arquitectura victoriana de color blanco con tonos azulados pastel.
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Cuándo entró Akira en la casa con el animal, lo llevo directamente a su habitación depositándolo en la cama. Después de dejarlo cómodo, Akira salió de la habitación dejando sólo al animal. Akira camino por el pasillo de la casa hasta llegar al baño a por el botiquín y cogerlo. Su madre la vio salir y le pregunto. Mamá de Akira: ¿Ya te hiciste, un rasguño?, claro si te la pasas todo el día en el bosque y eso no es e apropiado de una chica. Akira enfadada enfrentó a su madre. Akira: Primero no estoy herida y segundo qué más te da sí estoy o no en ese Bosque y lo qué haga en él. Mamá de Akira: Pues porque ese no es el comportamiento de una dama. El comportamiento de una dama es maquillarse, vestirse bonito, impresionar a los chicos, no andar en el bosque y ser respetuosa. Akira: primero si no quiero tener o no un novio no tendría el porqué hacerlo mamá, porque mucho hablas de ser una señorita y después hay mucha infiel por creerse demasiado, segundo estar en el bosque es uno de mis pasatiempos favoritos, hay por lo menos no se habla de todas tus cosas absurdas de cómo comportarse una chica. Mamá de Akira: Lo digo por tu bien Akira, para qué te cases con un muchacho guapo y rico. Akira: No mamá yo haré lo qué quiera con mi vida, si no quiero tener novio y casarme es elección mía, no tuya. Akira enfadada se dio la vuelta para no discutir más y empezó a caminar por el pasillo. Suspiro cuando iba a tomar el pomo de la puerta para entrar en su habitación y ver al animal mal herido. Akira giro el pomo y con los ojos cerrados dijo feliz. Akira: Hola pequeñín, vine para curarte. Cuándo Akira abrió los ojos no se encontró con el conejo sino con un chico de 19 años de pelo gris con flequillo, un piercing en el labio, un pendiente de cruz en la oreja izquierda y con collares de cadena. Vestía unos pantalones negros, una sudadera abierta en la qué se le podía ver los músculos marcados con una botas del mismo color.
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Akira quedó en shock y pregunto. Akira: ¿Tú quién eres? y ¿dónde está mí conejo? ???: El conejo soy yo Dijo el muchacho cómo sí nada y Akira lo miro incrédula. Akira: Sí claro y yo soy papá Noel, ya dime quién eres y dónde está mí conejo. El chico empezaba a molestarte por el comportamiento de Akira. ???: Yo soy el conejo, mira. El muchacho se transformó en el conejo qué Akira vio en el bosque. Akira quedo sorprendida porque no se esperaba algo así. Akira: Vale creo qué estoy dormida o drogada.
