El conejo volvió a ser el chaval que vio Akira.
???: Qué ya me crees.
Akira: Eso no es normal, ¿Quién eres?, ¿Cómo has hecho eso?, a caso eres un mago, un brujo o un fantasma.
El pobre muchacho se llevó las manos a la cabeza.
???: Eres rara lo sabes.
Akira se enfureció.
Akira: Por lo menos no soy un cambia formas.
El muchacho resopló rendido y empezó a hablar.
???: Bien si quieres saber de mí, me llamó zane y no soy ningún brujo, fantasma o mago. Soy un cambia formas, llevo viviendo en este mundo desde los tiempos remotos de la humanidad.
Akira se quedo sorprendida.
Akira: Entonces llevas viviendo en este mundo desde mis antepasados.
Zane: sí, enana.
Akira se enfureció nuevamente.
Akira: No me digas enana por medir 1'67, idiota.
Akira dejo en botiquín en el escritorio qué tenía al lado y se cruzó de brazos. Zane se dio cuenta y empezó a burlarse.
Zane: Awww, la pequeña se enfureció qué triste.
Zane para provocar más se levantó de la cama y empezó a caminar hacia Akira, ella al darse cuenta empezó a retroceder hasta chocar con la pared.
Zane: Parece qué no tienes escapatoria, cariño.
Zane se iba acercando a ella, agarrando con una mano su cintura mientras qué se apoyaba en la pared con el antebrazo. La madre de Akira al escuchar las voces de su pequeña, salió del salón y subió las escaleras de caracol hasta llegar a la habitación de su niña. La madre empezó a tocar la puerta de la habitación de Akira.
Tock, tock.
Mamá de Akira: ¿Cariño estás bien?.
Akira salió del trance al igual qué a zane. Zane volvió a transformarse en un conejo blanco y Akira lo escondió en su armario. La madre de Akira entró y encontró a su pequeña Akira, en el alféizar de la ventana.
Mamá de Akira: ¿cariño te encuentras bien?, ¿a quién le pegabas voces? Y ¿Qué haces en el alféizar?. Te podrías caer, mi niña.
Akira resopló.
Akira: Mamá no tengo 5 años para qué te preocupes tanto por mí, tengo 17 años. Puedo apañármelas sola. No hablaba con nadie, sólo pensaba en...alguien...
Akira desvío la mirada y su madre se sentó al lado de Akira.
Mamá de Akira: Lo siento cariño, sí te llegué a presionar. Es sólo qué me preocupó por tu futuro, porque quiero lo mejor para ti.
Akira: Lo sé mamá, pero no quiero tanta presión.
Mamá de Akira: Lo entiendo cariño, perdóname, por ser tan exigente contigo.
Akira abrazo a su mamá y su madre la abrazo también.
Akira: Gracias mamá.
Mamá de Akira: De nada, princesa.
Zane siendo un conejo todavía observaba el momento de madre e hija desde una rendija del armario, pensando sí el algún día volvería a ver a sus padres.
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Polos opuestos
FantasyAkira es una adolescente de 17 años tenía problemas de conducta. Lo qué no sabía era qué ciertos animales la acompañarían en su vida. Con secretos ocultos qué irá descubriendo a lo largo de todo su tiempo con estos animales.