Querido Eddie, hay muchas cosas que no pude decirte, así que por favor.. Déjame decírtelo de esta manera.
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-ˏˋ⋆ 1989 ⋆ˊˎ- [ Narrador *Richie* ] -
Recuerdo haber llegado a estar feliz alguna vez en la vida, y si lo estuve, fue aquí, con Eddie.
Yo me estaba preparando para ir al primer de instituto, después de haber "derrotado" a Pennywise, aunque en algunas ocasiones hubiera llegado a verle. No dije nada a los demás para no asustarlos, aun que si soy sincero ahora mismo creo que no hubieran dicho nada, porque quizás Pennywise también les perseguía.
Seguía yendo en bici, ya que mamá no me dejaba tener una moto hasta los 16. Tampoco es que yo fuera súper especializado, la verdad es que me daba igual todo, como diría en 1989, me la sudaban la mayoría de cosas. Todos los niños siempre estaban súper indecisos con sus ropas del primer día, había llegado a ver a niñas que se ponían vestidos con purpurina — Eran bastante caros — pero yo lo único que agarré para ponerme fue una camisa con estampado de palmeras, una camiseta con tres gatos debajo, unos shorts Beige y unas converse negras. No me compliqué la vida.
El instituto empezaba a las 8:20 y yo salía de casa a las 7:40, resulta que todos salíamos a esa hora, y lo más probable era encontrarme a alguno por el camino. Quizás Eddie, ya que él y yo tan solo vivíamos a unas cuantas cuadras de distancia. Bill vivía también muy lejos, lo bastante como para salir de su casa a las 7:20, seguro que se despertaba a las 6:00, pues yo era muy irresponsable y siempre me levantaba tarde, no creo que Bill lo fuera. Beverly y Stanley vivían bastante cerca, Mike estaba estacionado muy lejos, por lo que se levantaría bastante pronto, igualmente, ese sería su primer año en el insti, debido a que los perdedores le rogaron al abuelo de este si podría entrar a clases, y después de tantas semanas rogando, accedió. Y Ben estaba tan solo a 5 minutos, pero como todos suponemos era el que más pronto se despertaba, ya que le gustaba levantarse, ducharse, vestirse, desayunar, leer, estudiar.. etc. Pues Ben siempre fue muy responsable, al contrario mío, yo me pensaba que la vida era una sola y tenía que disfrutarla — drogas, alcohol, tabaco.. — al igual que Beverly, pero ella no llegó a tomar drogas ni alcohol, sólo llegó a fumar. Alguna que otra copa se bebió, pero jamás se volvió adicta. Como yo.
Me dirigía con brusquedad al instituto, me gustaba manejar como a mi me diera la gana la bici, sin miedo a nada.
— ¡Hey! ¡Te vas a caer! - Pues claro, cada uno tenia un amigo que le trata como su abuela ¿No?
Era Eddie, apareció por mi lado con la bici al igual que yo. Su cabello se removía por culpa del aire, haciéndole ver más mono intentando apartarlo de su rostro, con sus mejillas rosadas y sus pestañas largas, y bueno, como olvidar la ropa que llevó el primer día, una camiseta azul, unos pantalones rojos que le llegaban por encima de los muslos, los calcetines largos y unas converse rojas.
— No deberías hacer eso con la bici, si te caes te puedes hacer mucho daño.-
— Eres tu, que eres súper sensible Ed's.-
— Yo no soy sensible, tú eres un brusco, sin cuidado.-
Solté una risilla y comencé a ir más rápido con la bici, a lo que él me siguió.
— ¡Espérame cabronazo!- dijo frustrándose mientras me seguía.
Yo solo reía y avanzaba más. A los cinco minutos ya estábamos estacionados en la puerta del insti.
— Anda que me esperas, capullo.-
— Me hacía gracia verte pedalear rápido, con tus pies "chiquititos", seguro que te costaba y todo moverlos.-
— Que te jodan Richie.-
— Vale, vale. Perdón princesa.- Contesté vacilando.
— Te odio.-
Y bueno, claro que el amor entre nosotros dos era grande, pero si Eddie hubiera llegado a saber lo que yo sentía por él, le daría más miedo que el leproso. Porque por si no ha quedado claro, los homosexuales en el ochenta no eran bien vistos por el público, por eso debíamos callarnos y actuar como si no tuviéramos nada. Algunos que otros buscaban a alguien que cubriera eso, una chica que trataba como novia, pero que no querían. Una tapadera. Pero yo no era así, yo no era capaz de besarme con una chica, no.
— Hola mis chicos favoritos.-
Ahí estaba Beverly, como siempre con Stanley, ya que vivían al lado.
— Hola chicos, espero que hayáis tenido un buen fin de semana.- dice Stanley
— ¡Yo si! Me lo pasé bastante bien.- dijo Eddie
— Pues yo me quedé en casa haciendo ejercicio.-
Los chicos se rieron junto a mi y luego vinieron los demás, estuvimos hablando los cinco minutos antes de empezar las clases.
A primera hora nos tocaba tutoría, y estaríamos tres horas de tutoría seguidas, para que nos enseñaran el horario y todo.
Cuando la sirena tocó, entramos y miramos las clases, que estaban los carteles colgados en la pared.
— Richie, estamos juntos.- dijo Eddie con una dulce sonrisa en su rostro.
— Mierda..- susurré para mi mismo al ver su sonrisa.
Le mostré una sonrisa y fuimos a la clase. El profesor fue quien eligió nuestros asientos ya que íbamos por orden de lista. Eddie y yo no estábamos muy lejos, yo estaba el Segundo de la segunda fila y él estaba el último de la segunda fila — en la fila éramos cinco —. Al lado izquierdo tenia una chica llamada Michelle y al lado derecho a un chico llamado Gilbert.
Cuando por fin acabaron las tres duras y aburridas horas de tutoría nos fuimos al patio.
Recuerdo que el día fue bastante bueno. No como los otros. Y fue bueno no porque pudiera ver a Beverly, Stanley, Bill.. sino porque pude ver a Eddie. Y aún que le hubiera visto tres días antes, verle cada día me hacía sentirme mejor, su sonrisa o simplemente que me hablara y se riera, hacía que me sintiera genial.
