Capítulo 6
Sanji comenzó a toser cuando se tragó el humo del cigarrillo. Su rostro estaba aterrado. En parte, no quería creer lo que el marimo le estaba contando, pero algo dentro de él sabía que era verdad. Cada que cerraba los ojos más y más imágenes inundaban su cabeza, confirmándolo todo.
La manera en que habían tomado a Law... se habían comportado como unos brutos.
Zoro bufó e hizo una pausa en su relato. Cerró el ojo y al recordar la manera en que había penetrado al médico, se le encendieron las mejillas. —Bueno, en parte... él se lo buscó —dijo en un intento de calmar su conciencia.
El rubio se dejó caer sobre la cama y clavó su atención en el techo. —Faltan más cosas, ¿no es así?
Como respuesta, escuchó un sonido gutural.
—Anda ya, termina de contarme todo... esto no puede ponerse peor...
Zoro soltó una suave risa que liberó un poco su tensión.
—En eso... te equivocas
Parte 10. Los últimos detalles de una noche [olvidada] difícil de olvidar
Por un momento Law no supo cómo reaccionar. Zoro lo embestía fuerte, y de no ser porque al menos se había tomado la decencia de humedecer su miembro, lo hubiera lastimado de verdad. Ese hombre era un tosco... pero debía aceptar que tenía cierto encanto meterse con alguien como él.
—¿Así te gusta? —preguntó Sanji con un tono de voz candente mientras aumentaba el ritmo dentro de su boca. Tiró de su cabello y se adentró hasta la garganta, permitiéndole apenas respirar.
Law soltó un sonido de molestia, pero no le hicieron demasiado caso.
«¿Qué diablos les pasa a estos dos?», pensó mientras se atragantaba. Si bien, la idea de participar fue suya y solo suya, se había esperado que al menos le tuvieran un poco de consideración. Tiró de sus manos solo para comprobar que no se podía soltar y el ajustado paliacate comenzaba a escocerle la piel.
Zoro empezó a acariciarle las caderas, pasando sus manos ásperas hasta su trasero y le dio un fuerte apretón. —¿Estás bien con esto? —preguntó. Law negó con un sonido, pero nuevamente fue ignorado. Al parecer la pregunta ni siquiera iba dirigida a él.
—Se siente bien —respondió Sanji y jaló a Zoro para besarlo sin dejar de moverse dentro de Law.
El médico decidió cerrar los ojos un instante y mejor se dejó llevar.
Era una sensación extraña estar a la entera merced de ese par... pero también... jodidamente excitante.
Unas manos suaves empezaron a acariciarle los pectorales, pellizcándole los pezones. Las manos traviesas comenzaron a bajar por su abdomen... y fue en ese momento que el otro par de manos se le unieron también.
Law soltó un gemido al sentir como recorrían cada detalle de su cuerpo sin pedirle ningún permiso, paseándose por los trazos de sus tatuajes. Una de las manos sujetó su miembro erguido y comenzó a masturbarlo, mezclando la incomodidad de la penetración con un intenso placer.
Zoro le alzó levemente la cadera y empujó con más fuerza, rozando su punto más sensible una y otra vez. Law empezó a jadear, pero al hacerlo sintió que se ahogaba. Con el miembro de Kuroashi dentro de la boca no había manera en que jalara suficiente aire.
Y dentro de ese tremendo caos de sensaciones, el médico se entregó con más fuerza de la que hubiera imaginado.
«Ya fue suficiente». Pensó un poco mareado.
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De anoche, ¡no recuerdo nada!
FanfictionTras una terrible borrachera Zoro despierta al lado de Sanji. ¿Qué sucedió la noche anterior? Ninguno de los dos lo puede recordar. Nada parece tener sentido entre sus vagos recuerdos y las cosas se complican cuando descubren que hay un tercero que...