Dormir tarde y despertar temprano era un dolor de cabeza, pero así era mi día a día. La noche anterior dormí tarde por estar leyendo, y era claro que me dormiría tarde por eso, el libro estaba en la mejor parte.
Salí de las cobijas y me levanté para darme una ducha. Realmente no tenía ganas de ir a la escuela y mucho menos sabiendo que tenía que quedarme hasta tarde.
Aquí es dónde maldigo a los eventos académicos que nuestra maravillosa institución nos brinda. Todo sea por los puntos extra en las materias. Terminé de ducharme y me cambié, hoy no llevaría uniforme, así que tomé mis mejores trapos, un short y una blusa negra. Miré la hora y, oh sorpresa, iba tarde de nuevo.
—No puede ser — contesté algunos mensajes y agarré mi mochila y mis cosas para salir del departamento, no sin antes apagar todos los focos para evitar que la luz salga muy elevada este mes.
Caminé con mis audífonos puestos, hoy se sentía como un buen día, pero no me confiaba de tanta tranquilidad. Al llegar saludé a mis amigos y tomé mi lugar, observé a mi mejor amiga Eli, quien estaba leyendo. No sé había percatado de mi llegada.
—¿Qué estás leyendo? —recarguen mi barbilla en su hombro mirando a su teléfono.
—Hola, estoy leyendo amor ilícito, justamente el que no has querido leer— Su tono sarcástico no podía faltar, apagó el teléfono y me miró —No dormiste otra vez, ¿No?
—No me gustó, pero lo leeré....Sobre lo otro, dormí muy poco—Sonreí mínimamente —, el libro estaba en la mejor parte.
Eli negó levemente, ella odiaba que no descansará por estar leyendo, decía que por eso llegaba tarde y no alcanzaba a desayunar correctamente.
—Dime que al menos desayunaste, Lina —me miró y en ese momento entro él maestro, me voltee hacia él ignorando a medias la pregunta.
—Después lo hago— susurré y ella negó.
Ambas pusimos atención a la clase, la cual me estaba aburriendo de una manera inexplicable. Mis ojos querían cerrarse, solo sentí el leve golpecito en mi hombro y un susurro por parte de mi amiga diciendo "no te duermas". La clase concluyó y afortunadamente tocaba una hora libre, así que me acomode en el piso y dormí ese rato.
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Después de la hora libre y la maravillosa hora de sueño, siguieron las clases y daba mi mayor esfuerzo por concentrarme en ellas. Cosa que para mí era algo complicado. Dieron las 2, la hora de salida para muchos que no quisieron quedarse a las actividades de la tarde.
Algunos de mis compañeros y yo optamos por quedarnos, por las risas. Encargamos comida para poder aguantar hasta tarde.
—¿En que momento creímos que esto era buena idea?— mencionó Dani.
—Cállate, tu siempre te quedas hasta tarde en la escuela— remarcó Mire, era verdad, Daniel se quedaba hasta altas horas de la noche en música. Era muy ilógico que ahora se quejara de ésto.
—En mi defensa ésto da puntos extras, los necesito— continuó comiendo.
—¿Van a ir a la coronación de rey y reina?— Eli me miró y yo dudé, los demás asintieron.
—Aún no sé, tendré que pedir permiso— Dato curioso, a mis 19 años aún pido permiso para todo. Alejandro me miró alzando una ceja.
—¿Tienes que pedir permiso?— asentí— ¿Qué tal si mientes un poco?
—No puedo hacer eso, soy mala para mentir y no vivo sola, se darán cuenta— me alce de hombros y continúe mi comida— Ya veremos más adelante.
Seguimos hablando de otros temas, problemas de cada uno, sobre todo amorosos, era impresionante las cosas de desamor que nos pasaban a nuestra corta edad. Nunca teníamos suerte, a excepción de varios de ellos.
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"¿Y si me enamoro?"
RomanceLos sentimientos no siempre son lo que parecen. Llegan de una manera que no te esperas y nunca sale bien, o bueno, no siempre.