Somos hermanos, nada más.

Te quiero.

Respiro, me acomodo la ropa y golpeo suavemente la fría madera con los nudillos, me da tiempo a pasarme la mano por el pelo para quedar mejor y abre la puerta, luce triste, sus ojos están apagados y con ojeras, pero sus mejillas están rojas, tiene hipo, le ha pasado algo, se que ha llorado.
Me abraza, siento su olor a Hugo Boss, irónico, respira rápido y tira de mi brazo suavemente para que pase cerrando la puerta detrás de mi.
-Dani.. ¿Estas bien?- Quería besarle en ese momento, parecía un bebe indefenso, estaba tapado con una sabana y seguía de pie, se sentó al fin y la mordió con rabia tapándose la cara y llorando fuerte-
-Dani..-Insistí.
-No, Mario, no estoy bien, por eso te llamo, necesito a mi viejo amigo, te necesito.- Sonreí por dentro. - He visto a Juan Pedro con otra persona, era una chica, hablaban animadamente de la mano por los pasillos, incluso juraría que el era mas feliz con ella que conmigo. -
-Seguro que solo es una amiga, Dani, el te quiere.- Me mordi el labio preocupado.
-No, Mario, le conozco, y ojala me equivoque, Dios sabe todo lo que amo a ese chico, nunca, jamas he querido a alguien de esa manera, se que nunca he sido cursi pero el me saca ese lado, el saca todo de mi, el..-No se que mierdas hice, quería que se callara y.. Lo besé. Sus labios estaban calientes, al principio no hizo nada pero luego empezó a moverlos despacio dejándose llevar, juraría que su corazón se calmo un poco.
-Dani, te quiero.- Y salí de la habitación dejándolo ahí solo, tapado pero mas tranquilo.
Ahora, ese Juanpe se iba a enterar de lo que vale un peine.