I'm Going Back To 505

Genio.

Ahí estaba de nuevo en ese de hospital justo enfrente de su madre quien le insistía una y otra vez para que entrara a lahabitación 18, porque si no lo hacía en ese momento se arrepentiria toda su vida de no entrar su abuela estába prácticamente rogándole pero él no tenía el valor de entrar hasta que su mamá lo golpeó y le llamo la atención como nunca jamás en su vida y lo obligó a entrar. Cuando entro todavía le dolía el golpe y sus ojos se llenaron de lágrimas cuando alcanzó a ver al hombre sobre la cama.
–No seas marica hijo- lo reto el hombre.
–No me digas que hacer- sonrió débilmente Mihawk.
–Ay por favor mis hijos no lloran, tu hermana no lo hizo y tú eres el mayor da el ejemplo por Dios- exclamó el hombre en tono mandón.
–Ni cuando estás a punto de morir nos dejas llorar en paz ¿Verdad papá?- dijo aún conteniendo las lágrimas Mihawk.
–Nah, y ni se les ocurra llorar en mi funeral, es más mira ni siquiera quiero uno quiero que me cremen para así ir al cielo de una buena vez- explico el hombre con voz nostálgica.
–No digas tonterías, tu no vas a ir al cielo- afirmo el chico.
–A donde sea que valla te voy a atormentar en tus pesadillas- rio el hombre.
–Ok, ya basta de bromas pa- dijo con tristeza el chico.
–Que pena- pronuncio el hombre mientras su voz se debilitaba.
–¿Que pena què?- cuestiono el chico.
–Por mi culpa no vamos a tener nuestra cita en París como queríamos mí amor- el hombre parecía haber perdido el hilo de la conversación es más parecia ni siquiera saber que estaba en una parecia que alucinaba.
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Mihawk salió de la habitación  lentamente dejando a su papá hablando solo, al salir le indico a su madre que ya se había despedido que ya podían desconectarlo porque las alucinaciones habían vuelto, según los doctores no habían suficientes espacios y había gente que aún se podía salvar así que tenían ese día para despedirse de él.
Mihawk despertó de su sueño hizo lo de todos los días y parecía un día normal había pasado una semana desde el campamento todo parecía normal hasta que Mihawk fue hacia la cocina y vio a las 3 mujeres en ella una era su hermana menor quien sostenía a su oso de peluche mientras se servía algo de desayuno, su abuela quien escuchaba las noticias matutinas como de costumbre y su mamá que se preparaba para ir a trabajar como de costumbre, pero todo lo que hacían lo estaban haciendo con tristeza en sus ojos y rostros en el calendario estaba tachada la fecha 9 de noviembre como si para la familia ese día no existiera. Al fin la niña decidió hablar.
–Mamá ¿Porque no pides el día libre en el trabajo?- la niña miraba hacia el suelo.
–No puedo mi vida, estoy bien puedo ir al trabajo¿Bueno?- hablo rápidamente la mujer.
–Al menos deja a los muchachitos faltar al colegio querida- hablo la mujer detras del sillón.
–Me llamarán si se sienten mal Itmalk¿Verdad niños?- hablo la mujer.
Los dos niños solo asintieron hablar con su mamá ese día en ese estado iba a ser imposible.
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Ya en el colegio.
–Oye Buggy¿Porque estás tan enojado?- hablo Shanks.
–Te lo dije tu me reemplazaste por ese niño rico-hablo el peliceleste.
–Ya te lo dije lo que pasó no fue como tú crees anda- dijo el pelirrojo.
–Esta bien si es así no me vuelvas a ignorar- exigió Buggy.
–Bien- dijo Shanks.
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La sensación era horrible¿De Verdad habían pasado casi  6 meses desde que ese viejo no le llamaba la atención? Eso no se lo había planteado pero tenía que concentrarse en las clases y la jornada escolar en lo que estába allí si no se sentiria peor y eso lo haría llorar muy probablemente tendría que distraerse con algo más.
–!Amigo¡- grito Kuma abrazandolo.
–Ay por dios Mihawk ¿Que carajo haces aquí?- pregunto Crocodile preocupado.
–Mi mamá me dijo que viniera que actuará como si fuera un día normal- explico con falsa tranquilidad el ojidorado.
–Creo que no voy a ser el único enojado, mira quien viene ahí- dijo Crocodile mientras Shanks se acercaba con Buggy y Ben detrás.
–Mimi, que haces aquí¿Eh?- dijo rojo como su cabello (tal vez más) Shanks.
–¿Que tiene de especial? Un día como hoy no se iba a unas fantaticas vacaciones a Europa- dijo Buggy suspirando.
Mihawk solo se fue del patio para entrar a la escuela de una vez no estaba de humor para escuchar nuevamente los reclamos ignorantes y envidiosos de Buggy por lo menos no hoy, Shanks lo siguio mientras el peliceleste se ganaba la peor mirada de parte de Crocodile y Kuma.
–Oye perdonalo ¿Si?- hablo Shanks cuando logro detenerlo.
–Ah si porque es súper fácil escuchar cosas así- dijo Mihawk enojado.
–Oye Buggy no tiene porqué saber lo que pasó en Italia¿Bueno?- defendió el menor.
–Pero tampoco tiene derecho a asumír cosas sobre mí- dijo el pelinegro con hartazgo.
–Es cierto no tendría que asumir cosas al azar ni sacar conclusiones pero èl no lo sabe, èl no sabe lo que pasó ahí por eso debe- fue bruscamente interrumpido.
–No puedo, simplemente hay cosas que no quiero que me digas hoy ¿Está bien? Y lamento muchísimo no poder perdonar a Buggy ahora- dijo Mihawk mientras su voz se quebraba.
–Ok- afirmo Shanks.
–Es horrible que hoy se sienta así Shanks y de verdad no quiero tratar mal a nadie es solo que ni yo sé que pasa hoy es como si mi familia olvidará que este día existe pero a la vez parecen recordarlo a la perfección- dijo confundido Mihawk.
Shanks solo lo abrazo fuerte tan fuerte que Mihawk parecía quedarse sin aire pero a la vez se sentía bien que alguien lo abrazara en ese momento.
–¿Quieres venir a mi casa hoy? Puedo decirle a mis padres que haremos pijamada- dijo Shanks sonriendo.
–Ash, voy a fingir que no es una excusa para que pasemos "tiempo de calidad"- dijo Mihawk con los ojos en blanco.
–Se que quieres- insistio el pelirrojo.
–Bueno ya- admitió Mihawk.
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Se sentía aliviado de no estar en su casa en ese instante y de saber que su hermana tampoco estaba ahí, le traía buenos recuerdos estar en la habitación de Shanks discutiendo por quien usaría la cama de arriba al final el pelinegro uso el pase del invitado (hacerse la víctima con la madre ajena para que Shanks sediera).
–Nah ya lo decidí tu cama está más calentita- dijo Mihawk.
–¿Eh?- esbozo el menor.
–Tu cama está más calentita- reafirmó el ojidorado.
–Cambiemos- sugirió Shanks.
–Nop ven aquí- dijo Mihawk como si de lo más normal se tratase.
–¿De verdad? Cómo cuando éramos niños- se rió Shanks.
–Vas a venir¿ O no?- pregunto Mihawk.
–Ay Mimi sabes que odio romperte las ilusiones cuando estás triste- dijo Shanks.
–No me coquetes lo haces incómodo- se quejo el pelinegro.
–Como deseés- rio Shanks.
–Ya duérmete idiota- hablo fastidiado el mayor aunque realmente no lo estaba.
–Buenas noches Mimi-saludo el pelirrojo.
–Mhm- asíntio el ojidorado.
–¿Te dormiste?- cuestiono Shanks.
–…-
–Esta bien te cuento un cuento- afirmo Shanks.
–No- nego rápidamente el susodicho.
–Esa siempre funciona cuando me ignoras- rio Shanks.
–Aja- ya empezaba a hartarse.
–No te- interrumpido nuevamente.
–Intento dormir niño- dijo Mihawk poniendo su dedo sobre los labios de Shanks en señal de silencio.
–Si pero sabes qu- siguió hablando el menor.
–Se un buen genio- ordenó Mihawk.
Parecía que la técnica de Mihawk había funcionado porque Shanks no volvió a hablar. Tal vez porque del otro lado había un pelirrojo más rojo que su propio pelo de la vergüenza.