Te quiero a ti (Pablo Gavi, Valentina Álvarez)

capitulo 16

Aqui empieza todo

Ya estaba lista me puse unos cargos color gris y una sudadera color blanco es que estaba muy frío de tenis me puse los Air forcé color blancos con los cordones color naranja que no podían faltar

Quien usa cordones color naranja

Pues yo si conciencia, bajé al comedor para desayunar y tenía tiempo de sobra para desayunar y relajarme antes de ir a la Masía

—Buen di*—me corte

—Que haces aquí?—pregunté a gavi que estaba mirando su móvil y en la mesa donde a mi abuelo y abuela no os gustaba

—Buen día como habéis dormido es lo que se dice no?—reclamó mi abuela

—Buen día—dije y me senté de lado de mi lindo compañero

—Que haces aquí?—le susurre

—pase por ti para llevarte a la masía y tu abuela me ha invitado a desayunar con vosotros—dijo y yo le sonreí amigable

desayunamos y me levanté de la mesa para ya ir a la masía, pero pensé en llevarme un Nescau para el camino

—Mónica hay Nescau no?—pregunte

—Si niña ya le traigo—dijo—dos porfa para que le des a gavi también —grite

gavi puso cara de confundido al ver el Nescau era Chocolate energético de brasil solo se conseguía en brasil o en la tienda que estaba al otro lado de la ciudad

—Que es?—preguntó gavi

—Se llama Nescau es chocolate energético, el abuelo lo trae de brasil—

—O lo compro en la tienda que es brasileña que está aquí —dijo

—Donde está? tengo que comprar unos 20 porque son muy buenos—dijo gavi dándole un sorbo

—Imposible chaval, la tienda está al otro lado de la ciudad está a una hora y cuarenta minutos de aquí—dijo mi abuelo

—Si bueno está lejos, pero nos tenemos que ir gavira venga—dije y tiré de su brazo

—Chao Amelia, chao señor francisco—se despidió yo también y nos fuimos a la Masía

salimos de casa y gavi colocó a Quevedo, eso fue raro porque siempre escuchaba  coló play

—Harás rehabilitación hoy?—pregunté a lo que él asintió

—Si xavi dice que si no me duele es bueno comenzar ahora así me recupero pronto

—Si bueno, pero es si no te duele, y te he visto subir al coche y sentiste el pinchazo de nuevo estás resentido—dije y él frunció el ceño

—No lo estoy vale! estoy bien—

—Ya—dije y el resto del camino fue escuchando a Quevedo

Llegamos y el aparco el coche en donde siempre cerca del de pedri,

—Si te duele es mejor que lo dejes vale?—