-ˋˏ ༻🥀༺ ˎˊ-𝕯𝖔𝖓'𝖙 𝕭𝖑𝖆𝖒𝖊 𝕸𝖊 || Oh Lord, save me, my drug is my baby.
El amor es hermoso, puede hacerte sentir tanto en el paraíso como en el mismísimo infierno, y 𝐄𝐕𝐀𝐍𝐆𝐄𝐋𝐈𝐍𝐄 𝐒𝐓𝐀𝐑𝐋𝐈𝐍𝐆 estaba a punto de descubrirlo.
𝐄𝐍 𝐃...
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Hay amistades que son capaces de perdurar hasta el fin de los tiempos, atravesar barreras lingüística, de edad, incluso pueden superar cualquier distancia, y de eso la señorita Evangeline Starling estaba plenamente consciente. Por supuesto que lo sabía, lo ha vivido en carne propia los últimos veinte años, en los cuales el vizconde Bridgerton y ella han sido incondicionales el uno con el otro.
Nadie podía entender a Eva, así le llamaba Anthony, como su mejor amigo, y viceversa. Los unían las frustraciones que traía consigo el ser hermanos mayores, el ejemplo a seguir, la ausencia de un progenitor y el trauma que conlleva el haberlos visto morir frente a sus propios ojos.
Las personas ajenas siempre se empeñaban en emparejarlos, con una irrefrenable negación a aceptar que podía existir la amistad entre un hombre y una mujer, pero estos no dejaban de parlotear sobre la posible unión de ambos, destacando las múltiples cualidades de la hija mayor de Lord Starling como futura vizcondesa.
Más sin embargo, los jóvenes se limitaban a negarlo todo, alegando que jamás serían más que amigos, ya que se veían como hermanos. Prometieron al viento y a Dios estar siempre juntos, pero las promesas son tan frágiles como el cristal, pues el tiempo y las decisiones de ambos los separaron por un tiempo, hasta que finalmente se reencontraron.
Fue entonces cuando la señorita Starling se dió cuenta que hacía muchísimo tiempo que había dejado de ver a Anthony como algo más que su mejor amigo de la infancia, su paño de lágrimas, su compañero de juegos y aventuras. Ahora que era una adulta, había decidido callar su sentir, temiendo el rechazo, tragándose el dolor y los celos cada vez que el Bridgerton aparecía con una nueva conquista.
Y a pesar de todo esto, su lastimado corazón seguía guardando la esperanza de que en algún momento Anthony se diese cuenta que ella era la mujer de su vida, por esto mismo había rechazado un cien número de propuestas y pretendientes.
Pero esto jamás sucedió.
Culpaba a la estúpida esperanza y su corazón traicionero, pero sobre todo, se culpaba a sí misma, por atesorar tanto un amor imposible.
Y si, es verdad que ella hubiese caído primero, agonizando y desangrándose con la flecha del despiadado Cupido incrustada en el pecho, pero la caída de él fue aún más fuerte, descendiendo por un abismo de locura. Sin darse cuenta de que ya era demasiado tarde.
Que caprichoso es el destino, ¿No les parece?
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𝐓𝐑𝐈𝐆𝐆𝐄𝐑 𝐖𝐀𝐑𝐍𝐈𝐍𝐆
El siguiente contenido puede (y va) a presentar lenguaje soez o vulgar, menores consumiendo alcohol y tabaco, violencia, temas sensibles como el machismo, misoginia, y demás temas los cuales, lamentablemente, eran comunes en la época en la cual la historia transcurre. Si te incomoda alguna de las cosas antes mencionadas, por favor, no la leas y prioriza tu paz mental.
Esta historia no pretende herir sensibilidades, por lo que si no estas de acuerdo con alguna parte del contenido, eres libre de expresarlo dejando un comentario amable. Todo desde el respeto, por favor.
Todos los créditos a Julia Quinn por sus personajes, la historia de estos mismos y ciertas escenas, exceptuando, claro está, a todos aquellos que no existen con anterioridad en la trama de la serie o los libros.
