That's your daddy.|| Jude Belligham. ★

17; Call

—— ¿Irás entonces?
Pregunta Jobe mientras cambia la camisa de Jace por una seca.

Se la había caído todo el vaso lleno de agua encima por las tontas ideas de Jobe dónde mi pobre bebé era la víctima así que lo había puesto a qué lo cambiara de ropa.

—— Aún no sé, es difícil para mí.

—— Bastante pero, mamá irá contigo y tal vez no sea tan incómodo.

Lo escucho decir no quiero seguir hablando de ello, no ahora.

—— ¿Jude sigue molesto contigo?
Desvio el tema.

—— Sí, me habló antes de que se fuera pero sigue un poco molesto.

—— Se le pasará pronto, no te preocupes.
Lo ánimo.

—— Eso espero.

Lo miro y me doy cuenta que le ha puesto la camisa al revés a Jace y suelto una carcajada.

—— Jobe, eso está mal puesto.
Le digo mientras doblo la ropita de Jace y camino al closet para dejarla allí.

—— Lo dejaré así, en un momento volverá a estar sucio.
Dice sin mucha molestia.

—— Gracias a ti y te volveré a poner a qué lo cambies.

—— Silencio, voy ayudarle a qué se anime a dar sus primeros pasitos.

—— No lo hará, lo he intentado muchas veces y simplemente no quiere, es muy perezoso.
No presta atención a mis palabras y se dirige a Jace.

—— Voy a ponerte acá en la alfombra porque si te caes seguro que no te duele.
Le habla al niño y él lo mira atento, así que me siento en la cama para observarlos mejor.

Pasan más de diez minutos dónde Jobe pone de pie a Jace para que camine pero él sólo se sienta en la alfombra y sonríe con inocencia.

—— Me rindo.
Dice acostándose junto al bebé en el piso.

En el momento de que iba hablar me llega un mensaje y el sonido ha sido suficiente para que Jobe me tire una ojeada curioso.

—— Eres un metiche.

—— Sí, un poquito. ¿Quien es?

—— Tu hermano.
Respondo.

—— Tu ex novio.
Ruedo los ojos.

—— Ajá, sí.

—— O sea el padre de tu hijo.
Le lanzo una mala mirada y se ríe.

—— Sí.

—— ¿Que te ha dicho?

—— Preguntó por Jace.

—— ¿En serio?

—— Sí, lo hace todos los días y algunas veces me pide videos.

—— ¿Tuyos?

—— ¡De Jace!

—— Ya pero no me grites, loca.

Le lancé una almohada, sin embargo, no le importó y siguió jugando con Jace. Me sentía la niñera de los dos.

Pasar la tarde junto a ellos era agradable y por supuesto, me gustaba que compartieran momentos de tío y sobrino pero había algo que no me dejaba tranquila. Jude había estado insistiendo que me fuera a España pronto pero no quería irme sola y estaba convenciendo a mamá de que se fuera conmigo pero no parecía muy seguro que ella cediera pronto.

Así que mi salida era muy indecisa por ahora pero tampoco quería limitar a Jace de pasar el debido tiempo junto a su padre.

Intenté olvidarme de eso por un momento y pasé la tarde junto a Jace y Jobe, riéndome de las travesuras que Jace hacía gracias a su tío.