EPÍLOGO ALTERNATIVO

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Este es un regalo de cumpleaños para @KalebMunevar. Perdón por haber tardado tanto ;-;

Y para todos aquellos a los que hice sufrir con esta historia, aquí les dejo una curita al corazón <3

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- S-Senku-chan, c-creo que el calefactor es-está averiado...

- Nop, yo disminuí la temperatura.

- ¡¿Eh?! ¡¿N-no es suficiente con el fr-frío que hace afuera?! -exclamó con los dientes tiritando-. ¡Estoy seguro al diez mil millones por ciento que hace más calor en la calle que en la habitación!

- ¿Diez mil millones...? Pfff... -Senku resopló divertido mientras dejaba la laptop sobre la mesa de centro, devolviéndole a su vez una sonrisa de lado-. No exageres, mentalista.

Indignado, Gen se quitó la manta con la que cubría sus hombros y la aventó al sofá que compartía con el científico. Se dirigió hasta la puerta principal con grandes zancadas al tiempo en que vistió su enorme abrigo afelpado, abrió y, en menos de un segundo, una ventisca congeló su rostro otorgándole rubor a su pálida piel. Decidido a no perder su dignidad y darle la victoria a Senku, calzó sus botas acolchadas y salió.

A pesar de estar acostumbrados al invierno de Japón, no se le comparaba en lo más mínimo al frío interminable en norte del planeta. Llevaban poco más de seis meses en ese poblado, pero si juntaban las horas en las que pudieron ver el sol en pleno auge no llegaban a la semana. Gen, para ese momento, ya se estaba cansando de esa oscuridad, frio y desolación interminable, pues mientras Senku dedicaba prácticamente todo su tiempo a la investigación y experimentando, él se aburría en casa, teniendo como su única compañía el ruido de fondo de las personas hablando en un idioma desconocido en el televisor.

Desde que decidió abandonar todo para emprender esa aventura con su pareja sabía de antemano que no podría hacer mucho; aun así, se consolaba a sí mismo pensando que, al menos, ver al científico superarse lo hacía sentir feliz y le devolvía un poco de cordura. O eso pretendía hacerse creer.

Saltó otra grieta de la acera como parte del juego que se creó mientras meditaba por enésima vez ese tema, viendo cómo el pavimento se teñía de blanco en un parpadeo. La primavera jamás llegaría, de eso estaba seguro. Y fue consciente de que él tampoco estaría presente para verla el siguiente año.

Ni ahí ni en otro lugar.

Su duelo concluyó semanas atrás al caer en cuenta de cuan ilógico era lamentarse por algo que tarde o temprano iba a ocurrir. Tal como dijo aquella vez cuando develó ante sus amigos el destino de los Higanbana: "nadie conoce mejor la condición de nuestros cuerpos actualmente que nosotros mismos", y el estado de Gen no hacía más que empeorar.

Ese era precisamente su mayor culpa, no poder decidir cuánto tiempo mantenerse con vida para no dejar solo a Senku, observando a su vez cómo se sobre exigía para encontrar la cura para él. No podía ocultárselo, Gen estaba seguro que además del trabajo que coordinaba con Xeno realizaba cosas aparte; pero no se lo dijo. De cualquier forma, con su terquedad ignoraría su petición de abandonar ese propósito.

- ¿Qué tanto piensas que no me escuchabas llamándote? -inquirió una voz familiar que lo sobresaltó levemente.

- Pensaba... en que mi dramatismo ha mejorado últimamente~ -se detuvo y, antes de girar sobre sus talones, cambió su expresión melancólica por una de satisfacción-. Quién diría que este aclamado científico abandonaría su trabajo para perseguir a su lindo esposo en medio de la noche~.

- ¿Lindo esposo? -repitió enarcando una ceja-. No recuerdo el día de nuestra boda, señor mentalista.

- Has tardado en proponerte muuucho tiempo entonces, señor científico -lo miró de reojo, y ambos sonrieron-. Quizás cuando lo hagas sea demasiado tarde y ya me habré escapado. ¿O esperabas que yo te diera el anillo? Si lo prefieres de esa forma, no tengo problema en ser yo quien se hinque~.

Higanbana/SenGen AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora