Nothing's Scarier Than Losing You • [ls ; traducción]

Capítulo 4

Louis se despierta al amanecer.

Puede ver la luz filtrándose a través de las persianas de Harry, pero es esa hora de la mañana que todavía es tranquila, ya que la mayor parte del mundo todavía está dormido. Louis probablemente necesita unas cinco horas más de sueño para sentirse completamente descansado, pero nunca duerme bien después de una noche de fiesta, por lo que tendrá que tomar una siesta más tarde.

Le toma sólo un segundo darse cuenta exactamente de dónde está y de quién es el cuerpo que lo rodea en este momento. Debería asustar a Louis lo rápido que todo regresa, la sensación de comodidad y seguridad que siempre ocurre cuando está cerca de Harry, pero no es algo en lo que quiera pensar mucho en este momento. Todo lo que realmente quiere hacer es beber un poco de agua, cepillarse los dientes y volver a meterse en la cama para disfrutar unas horas más de abrazos con Harry. Mientras duermen, sus cuerpos hacen el trabajo por ellos, sin necesidad de pensar.

Se libera con cuidado del agarre de Harry y termina el vaso de agua que le preparó antes de irse a dormir. Todavía tiene dolor de cabeza, pero se siente mejor de lo que se habría sentido si Harry no le hubiera dado esa agua, así que está agradecido por eso. Se lleva el vaso al baño y lo vuelve a llenar en el lavabo antes de beber un poco más, con la esperanza de que, si bebe suficiente agua ahora, tal vez la próxima vez que se despierte, su resaca haya desaparecido por completo. Probablemente sea una ilusión, pero, aun así.

Louis solía tener un cepillo de dientes en este baño, uno cursi de la Patrulla Canina que Harry le había comprado una vez como broma, pero sabe que es probable que haya sido desechado después de la ruptura. Harry tiene suficientes amigos y familiares que vienen a visitarlo y existe la posibilidad de que haya un paquete de cepillos de dientes nuevos que pueda usar, por lo que se toma la libertad de abrir el gabinete de Harry para investigar un poco. Inmediatamente ve un paquete de cepillos de dientes baratos que recuerda vagamente que Harry compró en Walmart antes de que su hermana viniera de visita hace unos meses y los alcanza cuando nota el color distintivo de un cepillo de dientes de la Patrulla Canina por el rabillo del ojo. Está en una bolsa de plástico escondida a un lado, y Louis sabe al cien por ciento que es su cepillo de dientes. Se muerde el labio y se obliga a no llorar por algo tan estúpido.

Cuando Louis logra reprimir la ola de emoción innecesaria que acaba de invadirlo, saca el cepillo de dientes de la bolsa y se pone de pie, pasando las cerdas bajo el agua y cargándolo con pasta de dientes para ayudar a captar el sabor del alcohol y aliento rancio de su boca.

Una vez que termina de cepillarse, aprovecha la oportunidad para orinar y lavarse las manos antes de regresar de puntillas a la habitación de Harry.

El rizado todavía está profundamente dormido y roncando, pero hay un pequeño ceño en su rostro que es demasiado entrañable. Lo respetable sería irse a dormir al sofá ahora que está sobrio, pero la cama parece demasiado acogedora como para resistirse. Louis se acomoda tan suavemente como puede para evitar despertar a Harry y cierra los ojos, esperando que el sueño lo alcance una vez más.

Sólo ha estado acostado allí por un par de minutos cuando Harry atrae a Louis hacia él mientras duerme. Siempre ha sido del tipo que está sobre Louis, y a él le encantaba tener su propio calentador humano que lo envolvía sin importar si estaba dormido o despierto. Ahora, sin embargo, están rotos, y eso significa que la erección que Louis siente presionada contra su muslo ya no es suya.

Louis se muerde el labio y trata con todas sus fuerzas de ignorarlo. Es solo porque es por la mañana y no tiene nada que ver con la presencia de Louis, está seguro, pero distrae tanto que la posibilidad de volver a dormir es imposible. Esta es una razón aún más para que Louis abandone la cama y deje a Harry en paz, pero luego Harry presiona su erección contra Louis con más fuerza.