! Fcked ☆ Kazuscara

5

—Mmm... —gimió un alumno ferozmente sobre el escritorio de su amado profesor.

—Bebé, hoy te has portado muy mal. —habló Kazuha al acostarse sobre la espalda de Scaramouche, quien estaba levantando su culo al aire. —Tocarte mientras yo daba la clase y morderse esos labios para no gemir y ser pillado, excepto por mí porque sabías que te estaría observando. Todo lo planeaste, ¿No es así?

—Yo mmm... Y-yo solo quería ¡Ngh! —Scaramouche cerró instantáneamente los ojos al sentir una fuerte nalgada para luego ser penetrado. Kazuha lo estaba follando duro por el culo sobre su escritorio, mientras estaba parado a sus espaldas. A Scaramouche se le cristalizaban los ojos al sentir tanto placer.

—Te encanta provocarme y mereces un castigo porque estabas consciente que no podía hacer nada en ése momento. —otra nalgada se escuchó en la habitación, haciéndose cada vez más notable la marca de la mano de Kazuha en el blanquecino culo del menor, tal chico al dibujar acuarelas en un papel. —Si lo vuelves hacer, te juro que no me va a importar nada, te voy a tomar en ese mismo instante frente a todos y vean quien te está destrozando ese lindo culo.

—Joder si.. ¡Ahí! — Kazuha había tocado su punto dulce — ¡A-ah! ¡K-kazuha...! Más ah, ah!.

El mayor aumentó, si era posible aún más el ritmo. Sus testículos chocaban por el fuerte impacto, sus transpiraciones y pre-semen brillaban y resaltaban en su desnudez.

—¿Quién es tu profe, Kuni?— preguntó Kazuha enterrando su cara en las nalgas del índigo para besarlas y morderlas

—¿Quién es? ¡Dímelo! 

—Tú joder, tu eres mi profe— Scaramouche arañó la madera y restregó todo su culo por la el rostro de Kazuha. —¿M-Me puedo c-correr?

—Pídemelo bien.

—Profe ngh... ¿Me puedo correr, por favor? —preguntó desesperado.

—Hazlo bebé, hagámoslos juntos— Y así lo hicieron cuando Kazuha dio una profunda y placentera embestida. Lo tomó de las caderas mientras se vaciaba en él, su semen caía del  hermoso culo y piernas del índigo, mientras que este manchaba todo su escritorio y pequeñas gotas llegaban incluso hasta los muebles.

Como siempre, porque ya habían perdido la cuenta de cuantas veces habían follado, Kazuha lo cargaba hasta su silla y lo limpiaba con delicadeza. Scaramouche quedaba rendido luego de cada encuentro, así que se dejaba hacer y deshacer ante los suaves tratos de Kazuha y luego este siempre lo cubría con una prenda suya.

Scaramouche amaba y atesoraba esos detalles.

—Tengo tus notas finales — habló el mayor luego de haberse puesto presentable.

—Oh —exclamó nervioso Scaramouche.

Hacía dos meses que Kazuha lo venía ayudando. Se reunían tres veces por semana, allí mismo en su despacho y Kaedehara le daba tutorías. Obviamente que después hacían algo más que estudiar, pero dentro de todo estudiaban. Scaramouche este último trimestre se había esforzado muchísimo, incluso como nunca sin exagerar, para obtener una buena nota. Con lo bien que Kazuha le explicaba ni hacía falta estudiar, pero el sin embargo reforzaba y repasaba cada noche en su casa. Quería demasiado tener una buena nota en su materia.

— Las tengo acá, se las iba a entregar mañana a todos, pero te las doy ahora— hizo amague de buscarlas en uno de los cajones, pero Scaramouche lo detuvo rápidamente.

— ¡No! espera — lo sujetó de las manos para que lo mirase — ¿Me las podrías dar mañana como a los demás? No sé si este listo— admitió avergonzado. Kazuha sonrió y lo miró enternecido.

— Claro, como quieras bebé. — lo levantó de la silla para el sentarse en ella y cargarlo — Pero tranquilo. ¿Te duele?— cambió de tema al masajear sus nalgas— Perdóname.

— No necesitas pedirme perdón— rió — Admito que es excitante cuando me castigas, me gusta.

— Pero mira que pícaro.— rió ahora Scaramouche — Yo admito que me gustas en todo momento—  dejó un tierno beso en los labios del menor.

Al otro día Scaramouche estaba demasiado inquieto, ni Venti y Aether pudieron calmarlo.

Scaramouche solo se calmaría al ver su nota. Aceptaría cualquier número que Kazuha decidiese que merecía porque le había pedido, muy avergonzadamente, que no quería saber nada de que sus notas aumentarán por su "relación". Kazuha cuando escuchó tal petición por parte del índigo negó rápidamente diciendo que jamás le haría eso, Scaramouche no era una putita, y se lo dejo bien en claro al hacerle el amor aquella tarde.

Cuando Kaedehara entró al salón todos tomaron silencio rápidamente, todos esperaban esa nota pues era la última para saber si pasarían de año o no. Por ende, Kazuha sin rodeos empezó a entregarlas banco por banco.

Con estos últimos exámenes Kazuha no había tenido compasión, puso la nota que cada estudiante merecía y eso quedo muy claro en las alegres, pero ojerosas, caras de los que se habían desvelado estudiando y los que se enojaban sin razón alguna por pensar que se les regalaría la nota.

Scaramouche sentía que esperaba una clase de sentencia desde su banco. Kazuha estaba a un banco del suyo, su respiración se aceleró. De un momento el mayor ya estaba a su lado y Scaramouche lo miró tímidamente. Kazuha le extendió el examen y antes de que siguiese repartiendo los demás, se acercó sigilosamente a su oído y le susurró unas palabras que sabía que nunca las olvidaría porque lo dejarían marcado para siempre.

— Estoy muy orgullo de ti, felicidades. Te amo, Kuni.

Había sacado un diez y Kaedehara Kazuha, su profesor, estaba orgulloso de él como siempre quiso. Kaedehara Kazuha lo amaba, como él también lo hacía.