De ti pero, sin ti.

Estas, pero sin estar.

¿Como puedes vivir sin mí?, ¿piensas en mí?, ¿piensas lo que vivimos?, ¿recuerdas la caminata descalzos que hicimos entre las calles de ciudad de México? ¿o los besos que nos dimos mientras llovía?, ¿recuerdads cuando hicimos el amor en la playa y mientras colapsaban nuestras almas, iba naciendo el mejor amanecer?, ¿si quiera, te acuerdas de que existo?

Cada que te recuerdo es una acuchillada en mi corazón, pensar en ti es como un maldito disparo en mi cabeza, es tener un cascada en mis ojos y un volcán en mi garganta.

Pensar en ti es sentirme crucificada, estar en la maldita cruz y verte repetidamente como te vas mientras no puedo moverme. Tú te entregaste por todos, y yo solo me entregue por una persona, no me comparo contigo, pero el no me escucha, nadie me escucha ¿tu me escuchas?, disculpame señor, ni siquiera hablo contigo, mucho menos creo en la religión.

Tomamos caminos, tonta yo, pensando que se volverían a encontrar esos caminos, pensando que seria solo unos días separados.

Se que te canse, sé que te pedí que me amaras mucho más de lo que yo me amo a mi misma, sé que te pedí que me eligieras cuando yo no podía hacerlo, me autosabotee muchas veces, pero dame la oportunidad, dame la oportunidad de cocer esas heridas que deje en tu corazón, plantare nuevas semillas para que veas un camino de flores en cada cicatriz.

Tienes mi corazón y mi mente entre el océano. Ninguno sabe nadar, entonces ¿Cómo volverán a estar juntos?

Ni si quiera puedo odiarte, ni si quiera tengo la fuerza para despreciarte, trato, trato de arrancarte de mí, arranco mi piel con mis uñas, con agujas exploto cada recuerdo de mi memoria, y con una navaja limpio tu amor que quedo abrazado de mi corazón, pero estas en todo mi sistema, en cada órgano, en cada rincón, en cada maldita y jodida célula estas, pero sin estar.