003 | LA CRUELDAD DE UN PADRE

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AÑO 128 DESPUÉS DE LA CONQUISTADESEMBARCO DEL REY——————————————————

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AÑO 128 DESPUÉS DE LA CONQUISTA
DESEMBARCO DEL REY
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Rhaenyra quedó congelada sobre sus pies en el momento en el que lo vio salir del carruaje que transportaba al rey. Impresionada, inicialmente no procesa bien su presencia, necesitó de un breve momento para que la comprensión se sintiera como una puñalada en el estómago. 

Se obliga a quedarse donde está, atrapada entre el deseo de enfrentarlo y huir.

Debió haberlo sabido mejor, por supuesto que su padre hizo oídos sordos a las negaciones que expresó. Cuando una idea siembra en la cabeza de Viserys Targaryen no hay fuerza existente que logre hacerlo cambiar de parecer.

—Aemond —musita sin aliento, el tono es más agudo de lo que pretende pero reza para que la frialdad de lo que siente se le refleje en la mirada.

Una parte de ella quiere aferrarse a la vaga ilusión de que la presencia de Aemond es meramente una coincidencia sin relación alguna con las intenciones del rey de unirlos en matrimonio.

Entonces su hermano le sonríe y la cruda impotencia de la situación le arrebata la última pizca de libertad que le quedaba al comprender que Aemond estaba enterado de las pretensiones de padre y, peor aún, no se reusaba.

Daemon murió y ella volvió a ser un trozo de carne que los hombres del reino manejaban a su voluntad según los intereses y ambiciones que mejor les convenían.

—Hermana.

Habría deseado que Aemond se diera por bien servido y volviera con los suyos, lejos de ella y detrás de la línea estrictamente marcada que separa los bandos de la familia Targaryen. En lugar de eso, él termina de bajar del carruaje y le planta cara. Tiene que alzar la barbilla para mirarlo directo a los... al ojo. En singular. Siempre debe recordarlo, la marca que le hizo Lucerys a Aemond, la advertencia latente de una cicatriz que puede o no haber terminado de sanar según los sentimientos del muchacho frente a ella.

Se aclara la garganta haciendo lo posible por disimular el aturdimiento, echando un vistazo detrás de su hermano para atisbar dentro del carruaje a su padre aún recostado entre los cojines. Tenía la intención de acompañarlo durante el duelo, pero saber que volvió a Desembarco del Rey buscando el apoyo de un padre y solo consiguió la perdición depuesta por el rey la enfurece. El deseo de verlo se perdió entre el resentimiento creciente que siente en el pecho.

—Debo suponer que el rey se encuentra bien, con permiso —dijo con tirantez, lista para dar media vuelta e irse antes de que alguien los vea juntos.

Tanto los niños como Baela y Rhaena se adelantaron al interior del castillo por orden suya acompañados por Rhaenys, pero los carruajes que transportan a los hermanos, sobrinos y al abuelo y la madre de Aemond aún no han hecho aparición y lo último que Rhaenyra necesita es hacer frente a la fuerza de sus enemigos sintiéndose tan vulnerable.

FIRE ON FIRE ⎯⎯⎯ house of the dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora