007 | PESARES Y NACIMIENTOS

5.8K 900 856
                                    

AÑO 128 DESPUÉS DE LA CONQUISTADESEMBARCO DEL REY——————————————————

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

AÑO 128 DESPUÉS DE LA CONQUISTA
DESEMBARCO DEL REY
——————————————————


El rey, sentado por encima de todos entre las púas y filos del Trono de Hierro, tosía de manera incontrolable mientras el heraldo daba por iniciada la sesión de la corte.

Por primera vez en años, Viserys Targaryen volvió a ocupar el trono para dar voz a la corona, y los asistentes presentes se aglomeraban en la estancia buscando el mejor lugar para oír. Todos miraban codiciosos la espada de acero valyrio que descansaba sobre las piernas del rey, y Rhaenyra quiso tomarla de vuelta y esconderla junto con el recuerdo de su portador anterior. Hermana Oscura y Daemon fueron una extensión durante años, por lo que ver la espada en manos de otro resultaba un golpe duro para ella.

Cada día se vuelve más real la partida de Daemon, y ella cada vez se enamora más del fantasma de su marido porque Daemon parece estar en todas partes. Parpadeando en la fiereza de la mirada de Baela, encajado en el amor por los dragones de Rhaena, reflejándose en la apariencia valyria de Aegon y Viserys y en la actitud atrevida de Joffrey y su predilección por las armas.

Lo extraña.

La falta de presencia a su izquierda es un vacío que le encoge el corazón.

Pese a la aflicción que la envuelve, cuando Jacaerys la miró Rhaenyra le dedicó una leve sonrisa a su primogénito mientras hacía girar la joya de su collar valyrio con movimiento nervioso entre los dedos índice y pulgar.

—¿Ya va a comenzar? —preguntó Joffrey, ansioso por su primera interacción con la corte. Criado en Rocadragón, su hijo nunca se había imaginado un lugar como la Fortaleza Roja, todo un mar de tejidos de colores brillantes, joyas, pieles y nobles de la más alta alcurnia.

Rhaenyra no encontró voz para responderle a su hijo, sentía la garganta seca y la lengua pesada. Escuchó vagamente a Rhaena susurrarle algo Joffrey, pero ella mantuvo completa atención en Viserys Targaryen. Jace estaba a punto de ser nombrado mano del rey y Hermana Oscura se entregaría a Baela, de manera que estaba muy nerviosa.

—Madre —musita Luke, tomándola de la mano con disimulo y dando un pequeño apretón para calmar sus nervios. Se aferró al toque de su hijo.

Al otro lado de la estancia los Hightower la observan sin disimulo. En sus días buenos, Rhaenyra era más que capaz de poder lidiar con la mirada sofocante de Alicent, pero ver a Otto le empeora el talante y la presencia de Gwayne Hightower la desconcertaba.

Conocedora del orgullo Hightower mantuvo la esperanza de no tener que soportar la presencia de la anterior mano del rey después de su despido. Claramente, su esperanza fue en vano. Otto no lucía contrariado o afligido por ser destituido de su puesto, mantenía una expresión impenetrable con la barbilla alzada y los ojos astutos fijos en el rey, parado entre sus  hijos y en línea recta con sus nietos. Incluso Helaena estaba presente, tan embarazada como se encontraba se sostenía el vientre hinchado como si no pudiera soportar más el peso.

FIRE ON FIRE ⎯⎯⎯ house of the dragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora