Se sentía abrumada y si era completamente honesta: odiaba el Quinto planeta. El clima era demasiado raro. A veces hacía mucho calor y de pronto la temperatura descendía y era frío lo único que había. Glen extrañaba la Tierra. Con su clima siempre cálido, con sus árboles de frondosas copas verdes. Extrañaba el olor de la sopa de la tía Sarah. Extrañaba las tardes con Kaya, bromeando sobre todo.
Se sacó el collar del cuello y lo sostuvo frente así, la moneda giró frente ella reflejando las luces del pasillo. Escuchó pasos tras de sí y entonces Ian le dió alcance.
—Acaba de terminar la reunión —Ella permaneció en silencio, podía sentir la moneda bamboleando al compás de sus pasos—. Hemos decidido viajar a Agua.
—¿Hemos? —exclamó ella—. ¿Quienes y a quién incluye? ¿Y por qué? Apenas tenemos un par de días aquí.
—Las cosas no van bien en este planeta, Glen. Este era el asentamiento de Owen, haberselo quitado en realidad no nos hace quedar bien.
—¿No era ese el objetivo?
—Sí, pero...
Ian se detuvo, la tomó por el codo haciendo que ella girara para quedar frente a él. Glen se sorprendió mirando sus ojos. Nunca se había percatado de la intensidad de su color azul. El azul de sus ojos siempre le pareció gélido, algo malevolo, quizás incluso un poco misterioso, pero en aquel instante, estando tan lejos de casa y sintiendose pérdida, aquel par de ojos le transmitieron algo muy distinto; fue como ver el mar. Aunque ella solo lo había visto por fotografías en los libros de sus clases con la señorita Monna, y en ese instante Glen se percató en que los ojos de Ian parecían un pedazo de mar, como el de las fotos que ella hubiera visto; de un azul inmenso, con secretos bajo sus aguas, secretos que querías descubrir.
—Glen, el problema es que sin Owen en el camino es cuestión de tiempo para que La Hermandad intente algo contra Urien, además aquí hay gente que ha seguido a Owen durante muchos años y no van a seguir a nadie más tan fácil. Debemos darles espacio. Demostrarles que no somos La Hermandad, demostrarles que quizás hay una opción que no coarta sus libertades de desición. Y bueno... ya viste que no nos dieron precisamente la bienvenida. Mamá piensa que estaremos mejor en Agua, ya hicimos aquí lo que teníamos que hacer.
Glen miró el collar con la moneda en su mano y alzó la mirada de nuevo.
—No he visto al señor Víctor. —Por un segundo la expresión de Ian era una de incomprensión total, pero al segundo siguiente pareció recordar algo y soltó un suspiro.
—Sí, el padre de Kaya, claro. Malenna lo ha estado buscando junto con Urien, pero no han tenido buenos resultados. Muchos de los prisioneros de Owen escaparón, otros murieron en medio del fuego cruzado y con los que han podido hablar ninguno ha confirmado haber visto a alguien con su descripción. —Glen asintió y apretó la moneda, Ian agregó— Por otro lado, sí encontramos a Gwendoline y... a Monna.
Glen sintió algo extraño en el pecho, como un revoloteo de una esperanza pérdida, como un ligero palpitar de alegría y alivio, sus ojos se engancharon a los de Ian y este agregó—. Lamento si piensas que no confio en tí, pero te puedo asegurar que no es así. Has pasado por demasiadas cosas, Glen, me gustaría que tuvieras un respiro y aunque no puedo asegurartelo, pienso que en Agua podrías tener al menos unos segundos para que estés tranquila.
—¿Quienes van a ir a Agua?
—Vamos a hacer una reunión mañana para decidir eso. Pero mis hermanos y yo seguro que sí. —Ian se mordió el labio y agregó—. No puedo decirte qué hacer, salvo que uses esta noche para descansar y pensar qué creas más conveniente para tí. —Señaló hacia arriba—. Hay habitaciones en esa dirección. Nos acomados allí por el momento. Nos veremos mañana, ¿de acuerdo? —Ella asintió y él titubeó un instante, como si quisiera decir o hacer algo más, no lo hizo, se dio lo vuelta y se marchó. Glen lo observó irse. Sus cabellos rulos, sus hombros tensos, tenía manchas en la ropa. Probablemente todos ellos estaban en inguales condiciones. No habían tenido un solo descanso desde que llegaran, así que su siguiente tarea fue conseguirse un baño.
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Sueños de Agua [Razas #3]
Science Fiction[SIN EDITAR] TERCERA PARTE DE RAZAS. NO LEER SI ANTES NO SE HA LEÍDO VOLUNTAD DE TIERRA Y VALOR DE FUEGO. Owen ha sufrido un fuerte ataque a manos de Melvin y seguidores de Artúa, sin embargo no ha muerto aún. Aunque débil, goza todavía del agrado d...