Cartas a la Luna

Entonces eso estaba bien ¿no?

Después de mucho tiempo tu hablaste conmigo, no podía creerlo, la Luna se había acercado a mi, y sin más había tomado asiento a mi lado, para hablarme. ¿Porqué me hablas Luna? ¿También me observabas cada atardecer?

Tus ojos me sonreían en conjunto con tus labios, y yo, me quedaba callado, tratando de descifrar si era un sueño o una broma.
Tu voz era distinta a la de mis escenarios ficticios, tu forma de ser también. No creí que podrías reír tanto, no creí que podrías gustarme más de lo que ya lo hacías, pero lo hiciste.

Era el único que tenía en mente un eclipse, tu querías ser mi amiga, eso te hacía bien y si así te sentías cómoda, yo también, prefería verte sonreír a no verte.

Entonces eso estaba bien ¿no? Siempre y cuando no te acerques demasiado, no quiero terminar quemandote.

Feliz de hablar contigo..

El Sol.