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HongJoong.

Podía escuchar de fondo los gritos de mis hermanos mientras se movían por toda la casa preparándose para las clases, pero yo solo los observaba en silencio mientras tomaba de la taza de stitch que tenía, todavía recordaba las burlas de esos subnormales que decían que eran mis "hermanos" por tener esa taza "infantil" pero a decir verdad me la sudaba bastante lo que dijeran esas personas, en mis 16 años había llegado un punto donde pasaba de ellos, ni por un oído me entraba y el otro me salía, no, directamente es que los ignoraba ya.

—¿Estáis todos listos?— Giré a mi padre cuando él se paró justo a mi lado, mirándome desde arriba de la peor manera posible como un gran padre que era, pero yo solo asentí, agarrando mi mochila negra con un llavero de hámster. Yo nunca quise esa mochila, prefería una rosa que tenía escondida en mi armario para que nadie la viera pero...no podía utilizarla.

—Padre, yo no quiero ir al lado de este asqueroso.— Al escuchar a JongHo y después de eso sentir como golpeaba de manera leve mi cabeza solo me quedé en silencio, había sido lo más cariñoso que me había dicho sin duda alguna, pero me daba igual, solo podía sentir la atenta mirada de aquellos tres encima mía como si fuera un mono de feria que podían utilizar para desquiciarse cuando quisieran...

Y yo les dejaba, más que nada por que ya pasaba de contestarle, ¿para qué? Si lo hacía iban a pasar de mi.

—Cállate, al menos lo cambiamos de lugar de estudio al de ustedes.— Claro, por que ellos iban a uno de pago sumamente caro y yo iba a uno que si, es cierto, yo iba a otro que también era pago, pero no gracias a ellos, si no por que me habían becado en ese lugar gracias a mis notas, y por suerte si todo iba bien hoy, a lo mejor podría quedarme en las habitaciones de la residencia y dejar a todos estos soplapollas aquí.

—Iré adelantándome al coche, me pido delante para que a ninguno de estos subnormales se les pegue mi inteligencia, ay no...que pena que eso no se pegue, por que de verdad que sois tontos.— Bufé antes de agarrar las llaves del coche y sentarme donde había dicho, es que de verdad no aguantaba más escuchándolos, era algo que no me daba la vida, prefería sentarme en el coche y ponerme mis cascos, como estaba haciendo ahora mientras esperaba.

No tardó mucho cuando JongHo, MinGi y YunHo llegaron a sentarse detrás y mi padre en el asiento del piloto, yo diría que en silencio, pero estaban moviendo la boca, así que de seguro y estaban hablando, pero solo atiné a girar mi cabeza y mirar a la ventana mientras íbamos primero a mi sitio de estudios, el cual para mi era hermoso, un enorme edificio en color teja de tres pisos con una especie de torre en el medio que tenía un reloj con números romanos rodeado de un enorme jardín para quienes necesitaban un descanso.

Además de que a un par de metros a cada lado habían dos edificios de dos pisos que eran donde los estudiantes podían estar, y ahí es donde iba a poder estar yo de ahora en adelante, claro está, mis maletas ya se encontraban en el porta bulto, y estaría aproximadamente 6 años, ya que se unía bachillerato con la carrera de la universidad que quería estudiar.

—Estudia mucho, no te quiero volver a ver en casa.—

—Que te den por culo, padre, ojalá tengáis un accidente de coche, sería bonito ir a vuestro entierro y escupir en vuestra tumba.— Sonreí de la manera más tierna posible cuando tenía todas las maletas en mis manos y le escuché decir eso, claro, yo podía dar hijos, pero no a nuestra familia, sino con quien me casara, por lo que no tenía mucho sentido tenerme cariño o algo...

Y me daba igual, yo tampoco es que les tuviera mucho, por no decir nada.

Él comenzó a gritar, pero yo ya estaba caminando a mi nuevo y precioso lugar, yo quería acostarme en ese césped a la sombra de esos hermosos árboles...

El pequeño ¿tigre?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora