En un pueblo algo grande, con miles de casas y de establecimientos; un chico el cual vivía en una casa cuyo interior estaba pintado de un color morado oscuro. Este chico se llamaba Edgar. Él era alguien solitario, le gustaba las artes plásticas, el teatro y la escultura, de estatura alta era su cuerpo, con pelo negro, siempre llevaba una bufanda de color morado con una camisa negra y un pantalón azul oscuro. Era tímido y hasta cierto punto ansocial, pero eso no lo detenía de tener sólo dos amigos los cuales lo apoyaban en todo, ya sea saliendo o para acompañarlo en algunas de sus actividades artísticas.
Su amigo se llamaba Carl. Él era un chico un poco más bajo que Edgar, con gafas, amante del humor y que a diferencia de Edgar, era alguien más social. Como el amaba el humor, hacía que sus dos amigos se entretengan con las ocurrencias que él dijera. Y por otro lado estaba su amiga Mary. Ella era una chica bella, con un pelo largo y negro, algo tímida pero al mismo tiempo valiente, la cual ayudaba a sus dos amigos dándoles consejos y enseñanzas cuando ellos lo necesitaban.
Un día los tres quisieron salir para pasar un rato agradable, aparte que también Edgar tuviera algo de inspiración en un dibujo (ya que él es un dibujante), fueron al parque y en ese lugar pidieron unos helados debido a que no querían morirse del calor. Caminaron durante un buen rato hasta que se cansaron y decidieron sentarse en un banco para descansar, el cual estaba al frente del estanque; Carl y Mary estaban hablando de lo bello que estaba el día, con un sol tan luminoso y un cielo azul el cual reflejaba la gran luz que desprendía el sol, pero Edgar estaba preocupado en otra cosa. Vio el estanque y observaba que de este salió un monstruo alto y oscuro, el cual se acercó a donde el estaba y lo asustó, esto provocó que Edgar se despertara y se cayera de la banca, Carl y Mary reaccionaron de inmediato al ver a su amigo en el suelo, lo levantaron y le preguntaron la razón de su caída.
Carl: ¡EDGAR! ¿TE ENCUENTRAS BIEN? Esa caída fue bastante fuerte
Mary: Si Edgar, Carl tiene razón. Te caiste demasiado fuerte, espero que no te hayas hecho una gran herida
Edgar: Tranquilos chicos, no me hice nada. Oh..., mejor olviden eso.
De la caída, Edgar se hizo una lesión en la rodilla, de esta comenzó a salir sangre y esto alarmo a Mary y Carl, ya que recordaron que Edgar le tenía un miedo extremo a la sangre. Edgar al ver la sangre se desmayo de inmediato y esto lo aprovecharon Mary y Carl para llevarlo a su casa y acostarlo en la cama de él; se quedaron en la casa de Edgar hasta que el se despertara, pero Carl ya comenzaba a perder la paciencia porque Edgar no se despertaba.
Carl: Mejor vámonos, al igual, en algún momento, Edgar tendrá que despertar y yo no voy a estar todo el día esperando hasta que él se despierte
Mary: ¡Espera Carl! Creo que ya está despertando
Edgar: ¿Que me pasó? ¿Por qué no estamos en el parque? ¿Y por qué estamos en mi casa y en mi cama?
Carl: Te caiste sin razón aparente, Mary y yo te trajimos a tu casa para que descansaras de la caída, ah y te lesionaste y también de desmayaste por esa lesión
Edgar: Entiendo ¿Y ustedes saben el porqué me caí?
Mary: No nos dijiste, al ver la herida te desmayaste de inmediato
Edgar: Está bien, tendré que descansar para acordarme de porqué me caí, le diré la razón, si me acuerdo claro
Carl: Está bien, entonces Carl se retira, hasta mañana
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Milenio
Mystery / ThrillerUna obra de terror psicológico (créditos a Arzetlez por la portada, respetemos el trabajo ajeno)