Capitulo 5: Normalidad y búsqueda de respuestas

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Edgar al despertar sintió un desánimo gigantesco, pensaba que ya Darkclock no le interesaba crearle pesadillas y por ende no podía obtener las respuestas que tanto deseaba, se baño y se puso su ropa casual y se fue para la casa de Mary para poder hablar un rato con ella, también aprovecho para escribirle a Carl para verse en la casa de Mary y también poder platicar con él, Edgar no tenía que tomar ningún transporte para llegar a la casa de su amiga, vivía algo cerca de él así que podía caminar libremente hasta llegar hasta la casa de Mary, él no se tardó nada en llegar y afortunadamente para él, Mary estaba en su casa sin hacer algo importante, tocó tres veces la puerta de la casa y aunque ella se tardó un poco en abrirle, al final si le abrió. Edgar al escuchar su voz, notaba que estaba algo cansada, como si se hubiera despertado recientemente. Mary llegaría a su puerta con bastante sueño, y bostezando comenzaría a preguntar el quien estaba en su puerta.

Mary: ¿Quien es?, espero que no sea otro testigo de Jehová, ya estoy harta de que vengan solo a mi casa *abre la puerta*. ¡Hola Edgar!, no me espere que llegarás

Edgar: ¡Hola Mary!, se que fue muy repentina mi llegada pero quería saber ¿si puedo hablar contigo?

Mary: ¡Claro!, ¿por qué no?, pasa, ¿haz comido algo?

Edgar: No, aunque no tengo apetito

Mary: Entiendo. Pues entra, no te voy a prohibir la entrada.

Edgar entro a la casa de su amiga Mary y se dió cuenta que era considerablemente más pequeña que la de él, está estaba pintada de un verde claro bastante lindo a la vista, Mary le diría a Edgar que se sentara, el chico hizo eso y se sentó en una silla de color rojo, Mary se sentó al lado de él.

Mary: ¿Y bueno Edgar, que quieres hablar conmigo?

Edgar: Pues quería saber si todavía continuas con esas pesadillas

Mary: Pues mira, en estos días no he tenido ninguna pesadilla por fortuna, pero el que si me ha dicho que ha tenido demasiadas es Carl, de hecho ayer por la noche hablé con él mientras volvíamos a nuestras casas

Edgar: Que curioso, porque justo lo llame para que nos acompañará

Mary:  Oh ya, pues esperemoslo hasta que llegue.

Tanto Edgar como Mary esperaron hasta la llegada de Carl, mientras esperaban, Mary noto que Edgar estaba algo incómodo y nervioso, entonces agarraría la mano de él y le diría el porque se siente así

Mary: Edgar, ¿estás bien?, te veo muy nervioso y estás temblando

Edgar: Si claro, solo que está haciendo frío ¿no crees?

Mary: No me mientras Edgar, te llevo conociendo desde hace siete años, cuando ambos teníamos dieciocho, es más que obvio que no te encuentras bien

Edgar: Mary, te estoy diciendo que estoy bien, solo que con un poco de frío. ¿Mejor esperemos a Carl, está bien?

Mary: Está bien, al igual recuerda que tú puedes confiar en mí en lo que sea, no me tengas desconfianza

Edgar: De acuerdo Mary. No es que te tenga desconfianza, sino que es verdad, estoy bien.

Cuando Edgar termino de decir eso, el timbre de la casa sonaría de repente, era Carl el cual ya había llegado, desde la ventana, podían ver qué Carl tenía puesta una sudadera y que estaba algo cansado, Edgar fue a abrirle para que Mary no se levantará del puesto en el que estaba.

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