En los confines de Valeoria, se formaba la historia de Briartty, la princesa destinada a decidir entre el amor y el deber.
La sombra de su decisión se proyectaba no solo sobre la relación con su amigo de la infancia, Eirik, sino también sobre un segundo amor que emergió en su vida como un destello de luz en la oscuridad del destino. El príncipe Alexander, de alto rango y noble linaje, ingresó en la vida de Briartty con la elegancia y la intensidad de un romance prohibido.
Fue en una noche estrellada, mientras los jardines del castillo se sumían en un silencio mágico, que Alexander se reveló como algo más que un príncipe distante. Con una rosa en la mano y palabras que resonaron en la profundidad de su ser, conquistó el corazón de la princesa de una manera que solo los cuentos de hadas podrían describir. Su amor floreció como un jardín en primavera, pero la realidad del trono arrojó una sombra inquietante sobre esta historia romántica.
Los susurros del viento contaban la historia de Briar, atrapada entre dos amores y un destino que la obligaba a elegir. Eirik, el amigo de la infancia, cuyos lazos se desvanecieron en la neblina de la adolescencia, y Alexander, el príncipe cuyo amor desafió las barreras de la tradición.
Así, la princesa Briar se encontró en un torbellino de emociones, atrapada entre tres corazones que latían al unísono con el pulso de Valeoria. El juego de las sombras del pasado y las promesas del futuro la llevaría por un camino incierto, donde la elección de un amor podría significar la renuncia al otro. Una historia marcada por la incertidumbre, donde los hilos del destino se entretejían en una trama de amor, deber y sacrificio.
Aca un pequeño fragmento de lo que sera una nueva saga para este perfil.
con amor Chapii <3
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Corazones Entrelazados: el destino de Valeoria
FantasyEn el reino de Valeoria La princesa Briartty estaba destinada a casarse con un completo desconocido y tenia en claro lo que pasaría al cumplir sus 21 años para heredar el trono y con ello mismo la nación completa. Pero el problema con el que se ten...